Ronald Koeman llegó a Can Barça con la encomienda de llevar a cabo la revolución. El holandés pidió una serie de nombres para renovar el equipo y, finalmente, no solo se han regalado jugadores, sino que los fichajes demandados por el entrenador no han llegado. Esto abre una nueva ventana en la plantilla del club catalán: los jugadores que en un principio no iban a tener minutos ahora serán necesarios para la rotación del equipo titular.

En la defensa, Koeman ha dejado claro que cuenta con tres centrales y reclamó públicamente el fichaje de Eric García. ¿No recordó que tiene a Samuel Umtiti o no se quiso acordar? La rodilla del francés le ha llevado de titular a ser el cuarto central del equipo. Con la duda de su estado físico, Umtiti ha querido quedarse y demostrar que aún es válido para la zaga culé. Está por ver si Koeman le da minutos, pero hay muchas dudas sobre su rendimiento. No ha habido ofertas por él durante el mercado, su alta ficha ha complicado aún más su salida y la paciencia con él se ha acabado: o rinde o se tendrá que ir.

Fuente: FC Barcelona

En el flanco izquierdo, Junior Firpo ha estado en la rampa de salida todo el mercado. Desde que llegó del Betis, aún no ha demostrado poder ser el recambio de Jordi Alba y mucho menos competir con él por la titularidad. El español se encuentra más cómodo de carrilero jugando con tres centrales, algo que en el Barça no se da. Tímido y falto de confianza desde que llegó, le toca dar un paso adelante y demostrar que puede ser válido para el lateral izquierdo porque, con la llegada de Sergiño Dest, no cabe duda de que Koeman puede apostar por el estadounidense para la izquierda, como frente al Sevilla, por delante de Junior Firpo.

Fuente: FC Barcelona

En el centro del campo, Aleñá parece serio candidato a contar con minutos cuando Koeman quiera darle descanso a De Jong. Se hizo con el dorsal seis en su vuelta de la cesión al Betis y en la pretemporada ha dado señales de clara mejoría respecto a sus últimos partidos en la etapa de Valverde. Se le debe exigir más de lo que dio en pretemporada porque tiene capacidad para ello, pero tiene que soltarse y sentirse cómodo en el doble pivote.

Aleñá celebrando un gol besando el escudo. Fuente: Marca

Junto a él, Riqui Puig, el mayor interrogante de este Barça. No se entiende por qué Koeman no cuenta más con él. Necesita minutos para seguir creciendo y el equipo urge de su desparpajo en el campo. Como ya se vio en pretemporada, Riqui aporta dinamismo y la chispa en el juego que solo hemos visto en otros grandes jugadores. Al menos le han dado dorsal de primer equipo que es lo mínimo que se merecía después del final de temporada que firmó. Ambos son los centrocampistas titulares en la Selección Sub-21 y junto a Pedri, forman un tridente en el medio con una gran proyección de futuro para el Barça.

Riqui Puig en su mejor partido de la temporada 19/20 vs Atlético de Madrid. Fuente: El Periódico

En la delantera, Braithwaite se ha hecho con el dorsal nueve de leyendas como Ronaldo, Eto’o y Suárez. Lo tiene muy difícil para contar con minutos, pero Koeman dejó claro que si no se le daba una salida, contaría con él. Después de llegar como parche para cubrir una de las lesiones de Dembélé, el danés sigue poniendo todo por su parte en cuanto a actitud y, a fin de cuentas, es el único nueve puro con el que cuenta el Barça. Es muy probable que durante la Copa del Rey o en las rotaciones del equipo titular, Braithwaite tenga alguna oportunidad para demostrar sus cualidades y que tiene gol.

Braithwaite anotando su primer gol como culé vs Mallorca. Fuente: Football Espana

Sin embargo, el gran nombre es Ousmane Dembélé: no ha querido salir y ha impedido la llegada de Depay. El francés parece haber dejado atrás sus problemas con las lesiones. El nuevo cuerpo técnico le está cuidando desarrollando, por ejemplo, un plan específico de calentamiento en los partidos para él. Aún así, Koeman ha dejado claro que cuenta con él, pero que está por detrás de Ansu Fati.

A la afición cada vez le queda menos paciencia con él. Sus problemas de actitud no ayudan a su integración en el equipo ni a su participación en el campo. Todo el mundo es conocedor de las grandes cualidades que posee el francés: verticalidad, rapidez, manejo de ambas piernas… Pero, en el Barça se requiere también la pausa y la capacidad de asociación para combinar en el juego y eso, Dembélé, aún no lo ha aprendido.

Dembélé haciendo su celebración personal tras marcar. Fuente: El Nacional

Este debe ser su año, tiene que dar un paso al frente, comportarse como un profesional y demostrarle a Koeman que puede ser importante. Después de tres años de espera, es ahora o nunca.