Un golazo de Lewandowski y dos paradones de ter Stegen salvan al Barça en Son Moix ante el Mallorca (0 – 1). El conjunto de Xavi no logró sentirse del todo cómodo debido a la alta intensidad de los de Javier Aguirre, pero consiguieron imponerse al equipo mallorquín y volver del parón con una victoria para empezar el mes clave de la temporada con buen pie.
Tras los devastadores efectos del ‘virus FIFA’ y con varios jugadores con algo fatiga acumulada tras el parón, Xavi tuvo que improvisar para hacer un once de garantías contra el conjunto de Javier Aguirre. En defensa sorprendió al salir con Piqué y Jordi Alba de inicio, siendo Christensen la pareja del primero en el eje central, y Balde el espejo del segundo en el lateral derecho.
En el centro del campo decidió dar entrada a Kessié en lugar de Pedri para darle descanso tras la carga de minutos del canario con la Selección, y en la delantera sacó a Ansu por la izquierda y a Dembélé por la derecha, quién decidió no jugar más con Francia durante el parón tras sentir unas molestias en el primer partido para así poder volver en condiciones.
El Mallorca avisó al Barça con dos ocasiones en un minuto; la primera, un disparo de Kang In Lee que repelió ter Stegen por encima del larguero y, la segunda, un tiro de Ruiz de Galarreta que se fue alto. Sin embargo, la intención del Barça era la misma; intentar coger desprevenida a la adelantada defensa que propuso ‘El vasco’ Aguirre.
Los de Xavi fueron pacientes hasta que, en el minuto 20, una gran jugada de Ansu Fati desde la izquierda llegó a pies de Robert Lewandowski, quién no se lo pensó dos veces y, una vez dentro del área, recortó a su marca y se sacó un disparo seco con la derecha inalcanzable para Rajkovic. Noveno gol en Liga en tan solo siete partidos, con una media de un gol cada poco más de una hora; espectacular.
El Barça decidió ponerle algo de pausa al partido y la zaga azulgrana comenzó a hacer estragos. Tras una providencial parada de ter Stegen en el minuto 33, los dos centrales del Barça recibieron dos amarillas en un minuto para poder frenar los peligrosos contraataques del Mallorca. El partido se calentó hasta tal punto que Oscar Hernández -segundo entrenador y hermano de Xavi- fue expulsado por Gil Manzano.
La segunda mitad empezó tal y cómo terminó la primera; con el Mallorca presionando al Barça con su alta intensidad. Sin embargo, los primeros cambios que introdujo Xavi no fueron para proteger a sus centrales de una posible segunda amarilla, sino para intentar darle un plus en ritmo e intensidad al equipo; Pedri entró por Kessié y Raphinha por Ansu Fati, quién volvió a sumar grandes minutos, sobre todo en la primera parte con sus internadas por la izquierda.
Los de Xavi siguieron sin encontrarse del todo cómodos en el partido dada la asfixiante presión del Mallorca y el banquillo volvió a moverse, esta vez, para dar entrada a Ferran por Dembélé y a Sergi Roberto por Jordi Alba. Sin embargo, el Mallorca cada vez empezaba a creer más en el empate e incluso sometió al Barça en los instantes finales, sobre todo gracias a las carreras de Maffeo y a las llegadas de Kang In Lee, pero el Barça finalmente supo sobreponerse al envite y llevarse el partido.