El resultado de la ida (1-4) ya predecía lo que podía pasar. Pese a que el PSV ha salido con todo y ha arriesgado con un planteamiento muy ofensivo, dos dobletes, uno de Graham y otro de Lieke Martens, le han dado al Barça el billete a octavos de final de la Champions.

Un partido donde, aunque parezca extraño, las azulgranas han sufrido y han tenido dificultades para salir desde atrás, superar líneas y plantarle cara al rival.

INCOMODIDAD, PERO CON GOLES

El PSV pisaba el terreno de juego con la intención de darle completamente la vuelta al marcador de la ida, y también a la eliminatoria. Al Barça le costaba mucho salir con el balón desde atrás y no se sentía cómodo. Pero en el minuto 4, un cambio de orientación de Alexia, que recibía Graham, se convertía en el primer gol del partido.

Pese a eso, las holandesas no bajaban la intensidad y eso provocaba imprecisiones de las azulgranas, que estaban precipitadas a la hora de dar pasadas en profundidad para superar líneas. El PSV conseguía acercarse a la portería de Cata Coll, pero le faltaba precisión para rematar entre los tres palos. La presión tan alta del rival obligaba a la portera del Barça y a la pareja de centrales, Mapi y Pereira, a estar muy atentas y conectadas. Y esta tarea la superaban con creces.

Mapi León recuperando el balón. Fuente: Getty

El conjunto culé continuaba con dificultades para controlar el partido. Cuando conseguía atacar lo hacía, la mayoría de las veces, combinando con Graham. La noruega una vez más estaba destacando por la banda derecha, donde conseguía filtrar pasadas y centros de grandísima calidad. En el minuto 40, llegaba el gol de Lieke Martens, que también marcó en la ida de esta eliminatoria y se encuentra en un muy buen momento. La neerlandesa es ahora mismo la máxima goleadora del equipo en todas las competiciones con un total de ocho tantos.

En el último tramo de la primera parte, las de Lluís Cortés tenían buenos minutos y se acercaban más a la portería de Van Veenendaal. Pero el PSV no renunciaba a su planteamiento inicial y mantenía la presión alta en la salida de la pelota del Barça. Pese a la diferencia en el marcador, en este primer tiempo vimos a un Barça muy incómodo e impreciso, algo a lo que no estamos acostumbrados.

EL BARÇA VUELVE A SER EL DUEÑO

Tras el descanso, el Barça empezaba a controlar más el partido y a mostrar la dinámica de posesión y ataque usual. Las azulgranas tenían el balón, combinaban y encontraban espacios con más facilidad. Eso era, en parte, porque el PSV había bajado una marcha y la intensidad había disminuido.

Aitana Bonmatí dirigiendo el juego. Fuente: Getty

En el minuto 61, Caroline Graham anotaba el tercero del Barça gracias a una asistencia de Aitana Bonmatí. El PSV, al contrario que en los primeros 45 minutos, casi no tenía oportunidades de gol ni se plantaba en la zona de tres cuartos. El equipo de Rick de Rooij cada vez estaba más reculado atrás. En el minuto 75, un remate de cabeza de Lieke Martens sumaba el 4-0 en el marcador.

A falta de diez minutos para acabar el encuentro, Lluís Cortés daba la oportunidad de debutar en Champions a Jana Fernández y Bruna Vilamala, dos jóvenes jugadoras de tan solo 18 años. Y, en el minuto 90, el PSV conseguía el gol de honor que tanto había buscado para sentenciar el 4-1.

Se acababa el partido con un resultado quizás demasiado amplio por todo lo que había luchado el PSV y las dificultades que le había puesto al Barça. Pero, una vez más, el espíritu goleador y la calidad de las azulgranas habían pasado por encima. El conjunto culé quería ganar para seguir soñando con llevarse la Women’s Champions League, y lo ha conseguido.