Marcos Alonso aterrizó desde Londres como petición personal de Xavi Hernández, apurando para rescindir su contrato el último día de mercado y siendo inscrito en Liga incluso un día después del cierre de este. La idea era, por un lado, de disponer de un lateral izquierdo experimentado que le pudiese presentar reto y competencia a Jordi Alba, y por otro lado de ceder a Balde durante esta temporada para que el joven canterano fuese creciendo.

Sin embargo, la excelente pretemporada de Alejandro supuso una grata sorpresa para el técnico egarense, y lo que se ha podido traslucir en este inicio de campaña es que Jordi Alba va a ser el gran perjudicado, quedando relegado a una tercera opción impensable para él hace unos meses. El club, presintiendo ya la dinámica que se iba a dar en el lateral izquierdo, intentó traspasarlo a la Serie A en los últimos compases del verano, pero sin tener éxito.

Marcos Alonso firmó junto a Laporta su contrato ante la afición. Fuente: Getty Images

Marcos Alonso fue el elegido por Xavi para enfrentarse ante los alemanes en el Allianz Arena, pensando en la potencia física del Bayern que debía contrarrestar en defensa y en la experiencia en Champions que el madrileño iba a prestar. Un plus, además, era su buena sintonía con Christensen, uno de los centrales titulares elegidos, entendiéndose sobre el terreno de juego ya desde su época juntos en el Chelsea.

El lateral respondió con creces a la confianza depositada en él para el importante partido, muy prematura si se toma en cuenta que Alonso solo había jugado unos minutos con la camiseta blaugrana, debutando en Cádiz. La buena actuación fue en especial sorprendente, sobre todo, por la falta de rodaje del jugador, que llevaba meses sin jugar un partido oficial al completo.

El lateral izquierdo se mostró sólido ante un Bayern voraz. Fuente: Getty Images

Aun así, Alonso se erigió como jugador culé con más pases y centros completados, además de contar con el mayor número de recuperaciones y duelos aéreos ganados (igualado con Lewandowski) ante el Bayern. Se animó incluso a sacar los saques de esquina desde la derecha, creó tres ocasiones de peligro y se marchó a vestuarios sin cometer ninguna falta.

Su solidez defensiva solo flaqueó en el gol de Lucas Hernández, perdiendo la marca del jugador en la defensa del córner que supuso el 1-0. El madrileño se apresuró a disculparse ante sus compañeros tras el error, reconociendo su papel en este pese a que el cuerpo técnico le tranquilizase alabando el buen partido desempeñado. Lo que sí ha demostrado a la afición con este gesto, sin embargo, ha sido mucha más humildad futbolística a su llegada al Barça de la que Jordi Alba haya podido presumir jamás.

Alonso, protegiendo el esférico ante el joven Musiala. Fuente: Getty Images

En definitiva, todo apunta a que Marcos Alonso sostendrá un peso de relevancia en el lateral izquierdo durante toda la campaña y, si todo funcionase con normalidad, alargará un año más el contrato que firmó de una sola temporada por cuestiones del Fair Play. Su incorporación y la explosión de Balde traen el remedio a una posición que lleva temporadas castigada y cuestionada en el Barça, y que pedía un relevo a gritos. Alonso nunca ha sido un jugador especialmente esperado por la afición culé, pero con la actitud y la predisposición exhibida se ganará el Camp Nou al completo en cuestión de poco tiempo.