El partido de este sábado por la noche llegaba con vientos de hartazgo en Can Barça. Por su parte, El RC Celta de Vigo tampoco llegaba en su mejor momento tras la destitución reciente de Fran Escribá. Valverde presentó un once lleno de novedades. Sergio Busquets, Luis Suárez, Lenglet o Dembélé vieron el inicio de partido desde el banquillo. Umtiti sustituyó al francés en el once e incluso Junior Firpo salió de inicio tras varios partidos fuera de las convocatorias del equipo. Ansu Fati volvió a la titularidad y Sergi Roberto regresó al centro del campo como mediocentro defensivo aunque fue variando de posición a lo largo del encuentro.

El primer acercamiento del Barça no llegó hasta el minuto 13 tras un disparo al borde del área de Leo Messi después de un rechace en la frontal. Minutos después, un pase de la muerte de Ansu Fati iba a servir para provocar un penalti por una mano del defensa celeste Aidoo. Messi anotó desde los once metros tras engañar al guardameta Rubén Blanco. El Barça no estaba jugando del todo bien pero se adelantaba.

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Leo Messi en uno de los lanzamientos de falta que acabó en gol. Fuente: @forca_fcb

Con el paso de los minutos, los azulgranas controlaron de una manera más férrea la posesión de balón y el control del partido. Pese a ello, el partido del equipo local siguió siendo gris y sin chispa. Y de ello se aprovechó el Celta. Lucas Olaza marcó magistralmente de falta en el minuto 40 tras una falta realizada por Messi al borde del área que le costó la tarjeta amarilla.

Pero como si de un guion se tratara, el partido iba a tener un nuevo golpe de efecto. En el tiempo añadido de la primera parte, Messi volvió a deleitarnos con un golazo de falta al que no pudo llegar el portero celtiña. El argentino solucionaba así su error en el gol de los gallegos. Los primeros 45 minutos terminaban con un Celta muy voluntarioso y un Barça falto de juego e ideas.

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Los jugadores azulgranas celebrando unos de los goles de Leo Messi. Fuente: @forca_fcb

El conjunto local salió enchufado al comienzo de la segunda parte. Dembélé avisó primero con un disparo desviado tras una gran jugada personal dentro del área. El francés salió al terreno de juego sustituyendo a Ansu Fati. Una nueva falta cometida por Pape Diop sobre Frenkie de Jong iba a suponer otro gol de falta para el astro argentino. Así de fácil. Faltas como si fueran penaltis. La cara de Rubén tras el gol lo decía todo.

Con el 3-1 en el marcador, el Barça empezó a disfrutar de un partido mucho mas asequible ante un Celta de Vigo lastrado por el peso de los goles encajados. Pero los celtiñas no dieron su brazo a torcer tan rápido y avisaron con un disparo de Pione Sisto que Ter Stegen tapó a la perfección. Poco después, Griezmann estuvo a punto de unirse a la fiesta, pero una gran parada de Rubén lo evitó. El francés sigue peleado con el gol y fue sustituido por Luis Suárez en el minuto 73.

El charrúa disfrutó de alguna ocasión sin mucho peligro en los minutos que estuvo sobre el terreno de juego aunque sin suerte de cara al gol. Sergio Busquets se encargó de cerrar el marcador a cinco minutos del final tras empalmar a la perfección un despeje desde la frontal de la defensa del Celta. El balón entró pegadito al palo de la meta celeste y el marcador no se volvió a mover más. 

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Antoine Griezmann dejó el terreno de juego visiblemente enfadado. Fuente: @forca_fcb

El FC Barcelona volvió a la senda de la victoria pero no convenció ni mucho menos. Un nuevo recital de Leo Messi sirvió para disimular las carencias del equipo ante un Celta de Vigo valiente pero que terminó rendido ante la exhibición del astro argentino.