El Barça encaraba el último partido del año tras haber empatado a 0 en un partido de regresión ante el Real Madrid, en el que se cortó una curva positiva en el juego de los de Valverde. Probablemente a raíz de la falta de control en el Clásico, Valverde decidió cambiar por completo el centro del campo. Mientras que ante el Madrid jugaron de inicio Rakitic, De Jong y Sergi Roberto, ante el Alavés lo han hecho Busquets, Arturo Vidal y Carles Aleñá.

El Alavés, relativamente cómodo en la media tabla en decimocuarta posición, buscaba aumentar la separación respecto a los puestos de descenso, mientras que el Barça intenta jornada tras jornada conseguir algo de margen con respecto al Real Madrid, que deberá volver a igualar la tabla clasificatoria mañana domingo a las 9 de la noche ante el Athletic de Bilbao. Tarde de sábado en Barcelona que se preveía fresca pero con un ambiente agradable, aunque se vieron algunos atisbos leves de lluvia.

El espectáculo empezó con la exhibición de las 6 copas conseguidas hace 10 años, cuando en el año natural de 2009 el Barça de Guardiola consiguió por primera y única vez en la historia hacer un sextete. Estuvieron en el homenaje personalidades de aquella época ya retirados como Carles Puyol o Éric Abidal y otros que se disponían a disputar este partido, como Gerard Piqué o Lionel Messi. Y no contentos con esto, Leo Messi recibió además su enésimo trofeo de Jugador del Mes concedido por la Liga al ser el mejor jugador del mes de noviembre.

Entre todo este ambiente de prosperidad y celebración empezó el encuentro devolviéndonos a la “normalidad”, con un Barça dueño de la pelota, trabajando las posesiones y encerrando al Alavés en su campo, aunque sin ocasiones demasiado claras durante los 10 primeros minutos, justo cuando Sergio Busquets colgó un balón perfecto para Messi, que definió con su pierna izquierda, la misma que estaba por escasos centímetros en posición de fuera de juego. A pesar de la anulación del gol, Messi empezaba a aparecer en todas las jugadas de ataque del Barça, la mejor noticia posible para los blaugranas.

Fruto de ese asedio y del dinamismo en el centro del campo de Vidal y Aleñá llegó la acción del primer gol apenas tres minutos después, donde Luis Suárez ponía un balón desde la banda que, tras el fallo en el despeje de la defensa alavesa alojaba en el fondo de la red Antoine Griezmann desde la frontal de área. Ni un cuarto de hora de juego le costó al Barcelona abrir el marcador, cosa que no consiguió durante los 90 minutos en el Clásico.

Ya con ventaja en el marcador, el Barça empezó a gustarse con el balón con combinaciones al primer toque, posesiones con muchos pases y dos o tres toques por jugador y rapidez en el movimiento del esférico. El Alavés, constantemente obligado a correr detrás de la pelota, no se sacudió el dominio del Barça hasta el minuto 27, cuando consiguió salir con un balón en largo que Wakaso mandó lejos de la portería de Ter Stegen al resbalar en el momento del disparo.

Ya cerca del descanso, tras un córner en contra, Griezmann y Messi protagonizaron una salida vertiginosa a la contra que no remató por poco Gerard Piqué, que se había sumado tras el despeje del saque de esquina del Alavés. Fue la única ocasión destacable para los de Valverde (y en el partido) en una primera mitad que los locales dominaron a placer a pesar de no ser precisos en el área rival. El Barça incurrió en cinco fueras de juego durante los primeros 45 minutos. Sin embargo, justo instantes antes del pitido que señalaría el final de la primera parte, una de esas combinaciones resultó ganadora con un duro disparo desde la derecha de Arturo Vidal, que supuso la segunda asistencia de Luis Suárez en el partido y el 2-0 en el luminoso al descanso.

Leo Messi decidió el encuentro cuando apretaba el Alavés | Imagen via Força FCB
Leo Messi decidió el encuentro cuando apretaba el Alavés | Imagen via Força FCB

La segunda mitad empezó con la misma tónica, con el Barça teniendo posesiones largas, dominando el juego e incurriendo en algún fuera de juego que hubiese supuesto un nuevo gol de no ser por esta situación. En el minuto 52, Garitano decidió que era el momento de cambiar el partido e introdujo a Luis Rioja, que en tan solo tres minutos consiguió servir un balón en la banda a Duarte, que permitió a Pere Pons rematar desde segunda línea el envió y apretar el marcador hasta el 2-1. La comodidad de la que había gozado el FC Barcelona se veía comprometida por un fogonazo de los vascos, que abrieron el partido y empezaron a generar peligro a partir de su gol.

Con el partido disputado y el Alavés apretando, no podía aparecer otro para calmar los ánimos que el genio. Después de una jugada algo confusa con un bote neutral por medio, Leo recibió un balón en tres cuartos de campo que terminó mandando al fondo de la red entre cinco adversarios. Cuando peor lo estaba pasando el Barça y a poco más de 20 minutos del final, Lionel Messi apareció de nuevo para restaurar el orden de las cosas y poner el 3-1 en el marcador.

A penas cinco minutos después, cuando el Barça volvía a dominar el encuentro, una bonita jugada de los de Valverde terminó con un remate de cabeza de Luis Suárez que golpeó en el brazo de Martín antes de irse por la línea de fondo. Tras la pertinente revisión del VAR, se concedió un penalti que transformó el charrúa para sentenciar el encuentro a falta de 15 minutos para el final. Con este tanto se completaba el pleno de goles de la tripleta ofensiva, ya que Leo dejó ejecutar el penalti al pistolero uruguayo.

Cuando el equipo ya se dejaba llevar hacia los últimos minutos del encuentro empezó el carrusel de cambios en el equipo de Ernesto Valverde. Primero fue Frenkie de Jong quien dio descanso a Busquets, y después se sucedieron las entradas de Nelson Semedo y Carles Pérez para dejar pasar el tiempo y terminar de dormir el partido. Entretanto, la afición empezaba con los cánticos navideños al verse campeones de invierno en esta Liga 19/20.

Duro castigo quizás para un Alavés que hizo un partido muy serio, aunque el Barça volvió a mostrar esa versión seria y dominadora que se perdió ante el Real Madrid. Resultado final de 4-1 que convierte al Barça en campeón de 2019. Afortunadamente, la jornada terminó con celebración, del mismo modo que dio comienzo.