Hace dos años, en plena pretemporada y con poco tiempo de reacción, el jugador brasileño pensaba en “nuevos retos”. Vamos, lo que traducido a nuestro idioma era ganar más dinero y no estar a la sombra de Messi, pero sí a la de Mbappé. Y efectivamente, nos la jugó yéndose a una liga en la que mi vecino sin haber jugado al fútbol en su vida también sería titularísimo. Parece que ya no se acuerdan cuando nos denunció porque no le dimos la prima de renovación, ¿verdad? Ni tampoco las formas en las que dejó la imagen del club por los suelos, incapaz de hacer nada por retenerlo y desafiando al personal, con la de amigos que se supone que tenía aquí, con lo feliz que era jugando al lado de Messi y Suárez. Ahora suplica volver, también buscando otros nuevos retos. Imagino que el de ser entrenado por Ernesto Valverde, que ilusión le haría antes de irse.

 Anfield fue el punto de partida para que se trastocaran unos planes que ahora marea la planificación deportiva y económica del club. ¿Creéis que sin la debacle ante el Liverpool se hablaría de su vuelta? Por supuesto que no. El equipo sería un motor de fútbol, de felicidad, y se antepondría el orgullo al capricho. Pero ahora nos quieren vender que se está ofreciendo, que daría su vida por volver, que rebajaría su sueldo, que se arrepentiría. Moldeando el terreno en un escenario que, en cualquier otra entidad con cabeza y dignidad, no sería capaz de producirse. Hablamos de una operación con más desventajas que ventajas.

 TÓXICO ENTORNO

Los famosos `Toiss´ y Neymar pai, no diga más. De la manita, como si no supiera guiarse solito a sus 27 años. Las continuas acusaciones de fraude fiscal tanto en Brasil como en España, las presuntas violaciones de las que seguramente no tenga nada que ver, pero lo bastante importantes como para desestabilizar al jugador y dañar su imagen, y por tanto, la del Barça. Pero lo que más nos consterna es que Neymar sin haber fichado por el Barça ya está pensando en el partido que se perderá para acudir a la tradicional fiesta de cumpleaños de su hermana.

Neymar y sus amigos en la presentación con el PSG.

 LASTRE DE LESIONES

Nadie duda del nivel del brasileño. Técnica, habilidad, desborde y gol. Desde que está en Francia ha sido capaz de hacer muchos, pero en Europa ha estado tan desaparecido tanto como Suárez, aunque ahí nadie se fija. A eso hay que añadirle las continuas lesiones que le han impedido terminar con normalidad cada una de las temporadas en el club parisino, e incluso jugar la Copa América en su propio país. Lesiones que ahora no interesan destacar, pero cuando hay que hablar de Dembélé, es lo primero que se toca.

Neymar se lesiona del pie

PELIGRA DEMBÉLÉ

El recambio del brasileño en aquel movido verano de 2017 fue un joven francés con ganas de triunfar en el Barça. Apuesta arriesgadísima, por su poca experiencia en el fútbol, pero con un talento necesario de exprimir para sacar lo que todo el mundo espera de él. Si hacemos balance, no ha tenido sus mejores años, pero es de los jugadores con más futuro del fútbol actual. Deshacerte de un activo potencialmente mejorable por alguien que seguramente vaya en declive, es equiparable al suicidio. Y todo porque a Suárez no le contenta jugar a su lado. De locos. El mismo Bartomeu aclaraba en varias entrevistas que Dembélé era mejor Neymar, lo que le puede dejar en muy mal lugar si finalmente se producen estos movimientos.

 OPERACIÓN ECONÓMICA INVIABLE

Con Griezmann fichado por no menos de 120M€ (su cláusula), Neymar no saldrá por menos de 200 M€, o así parece que el jeque del PSG pretenderá asustar a todo el que venga a por él. Dos años después, el nivel ha bajado, así como su prestigio, desapareciendo descaradamente de todos los premios individuales, tanto mundiales como de su propio equipo, siendo superado por Kylian Mbappé. Si el Barça le ficha, dudo que lo consiga hacer a la baja, pues ya sabemos que cuando vas a por un jugador a París, vuelves con un riñón menos. Reunirías más de 100M€ únicamente en salarios con los cuatro  mosqueteros de arriba, una auténtica barbaridad, y lo que es peor, pones en peligro al club con las medidas del Fair Play Financiero.                                                                                                                                                                                              

El club debe mantener la cabeza fría y analizar si deportiva y socialmente sale rentable aguantar todas las embestidas que trae consigo el retorno de Neymar. Quizás sea muy bueno, pero en mi opinión, no merece la pena.