El F.C. Barcelona cayó ante el Real Madrid en la semifinal de la Supercopa de España que se disputa en Arabia Saudí. Xavi Hernández apostó por dar la titularidad a Ferran Torres en su debut, relegó al banquillo a Memphis y confirmó que Dani Alves es el favorito de momento para el lateral derecho. Fue un partido emocionante, que dejó sensaciones de todo tipo en los dos equipos, y donde el Real Madrid perdió el control aplastante que se le vaticinaba en los medios cuando marcó el primer gol. Un encuentro vibrante donde en dos ocasiones los culés se vieron superados y sacaron orgullo para empatarlo.

La primera parte presento a un Real Madrid que superó claramente al F.C. Barcelona. Llegaba a dar la impresión de que seria una goleada. Paradójicamente, hasta que llegó el gol. Benzema le robó el balón a Busquets en medio campo y dejó un pase largo con el que Vinicius se escapó a la carrera y fusiló a Ter Stegen. Tras el primer tanto del partido, el Barcelona empezó lentamente a meterse en el partido y Luuk de Jong era el que amenazaba la portería merengue. Y fue así como en el 41’, Militao despeja mal un centro de Dembélé, el balón da en la espinilla del holandés y toca el palo antes de llegar a las redes. Empate a uno al filo del descanso.

Luuk de Jong marcó por tercer partido consecutivo / Fuente: El Español

Para la segunda mitad, Xavi decidió dar entrada a Pedri y Abde, en el lugar de Ferran Torres y Frenkie de Jong, quienes dieron su mejor juego. El Barça salió mejor del descanso y logró acorralar por momentos al Madrid en su área, que como en anteriores Clásicos apostaba todo a esperar al contraataque y salir a correr. Así llegó el segundo del Madrid. Mendy superó a Alves y centró para Benzema. Ter Stegen se lució con un paradón, pero Carvajal recogió el rechace y devolvió el balón al delantero francés para que la empujara a gol.

Con el gol, aumentaban los nervios y la ansiedad entre los jugadores blaugrana. Y sacando a relucir un orgullo propio de un equipo que ha pasado por tiempos mejores, lucharon y consiguieron empatar. En su regreso de la recaída que tuvo (entró en el 66’ por Luuk de Jong), Ansu Fati le ganó la carrera a Militao en un centro de Jordi Alba y con un cabezazo preciso devolvió las tablas al marcador. No había dudas de lo emocionante que estaba siendo un Clásico de Supercopa.

Araujo marcando a Camavinga / Fuente: El Español

Prórroga amarga

El Barça estiró el Clásico hasta la prorroga por dos variantes: el orgullo de los blaugranas para no rendirse fácilmente y los cambios revulsivos de Xavi. Pero el cansancio se hizo notar y a pesar de dominar el balón, los culés estaban faltos de frescura y no lograban concretar los ataques una vez llegaban al área. El Madrid terminó encontrando su premio en un balón recuperado por Casemiro que conectó con Rodrygo y después de que Vinicius dejara pasar el balón, Valverde liquidó el partido.

Se marcha derrotado el Barça de Arabía Saudí pero tras haber dado lucha ante el eterno rival y con la ligera sensación de que el equipo sabe donde puede y debe mejorar. El efecto Xavi tal vez esté tardando en ser una realidad, pero hoy el equipo culé se fue del partido habiendo dejado el físico en el campo y el orgullo defendido.

Los cambios de Xavi mantuvieron enganchado al equipo hasta el final / Fuente: El Español