El canterano ha ocupado titulares desde el derbi contra el Espanyol el sábado, y no del carácter deseado. Todos los problemas defensivos de los culés vinieron por su banda derecha, que era un colador, y Raúl de Tomás, detectando cual tiburón esta debilidad, acosó sistemáticamente a los azulgranas por donde más estaban sufriendo. Buscaba intencionadamente el enfrentamiento contra Mingueza cuando veía que no podía atravesar a Eric García, y le funcionó en cada uno de sus intentos.
En la primera parte, un mal despeje de Mingueza provocó el primer ataque peligroso de los pericos, un dardo envenenado de RDT que despejó atento Piqué. Óscar volvió a protagonizar errores en defensa en el segundo asalto, viéndose completamente superado por el delantero madrileño pese a que finalmente no viese puerta.
Se marchó en un cambio con Nico por molestias a 4 minutos del final, y le tocó ser protagonista también frente a la prensa. Mingueza fue acusado de “desagradecido” al ser preguntado por Koeman, el entrenador que le hizo debutar con el primer equipo, y manifestar que el vestuario necesitaba un cambio, volver a creer en el proyecto de un técnico y entrenar con intensidad. Tras el revuelo, matizó que sus palabras se habían malinterpretado, dado que valoraba mucho la ayuda que Koeman le había brindado y deseaba lo mejor a todo el staff. Y en notas positivas, se mostró muy optimista con el resultado del derbi y la nueva dinámica del equipo, con la ambición de volver a luchar por levantar todos los títulos.
Pese a que se barajaba una posible lesión, el de la Masía ha entrenado con normalidad y se encuentra convocado para el partido de esta noche contra el Benfica, una final europea más de esta temporada. Está en las manos de Xavi decidir si sigue confiando en él tras su poca seguridad defensiva contra el Espanyol y lo alinea quizás junto a Araujo, o aprovecha el alta médica de Dest para realizar cambios en su esquema.
Mingueza subrayó el cambio de mentalidad del equipo en rueda de prensa, y con trabajo y confianza esta actitud se trasladará a sus actuaciones en el terreno de juego. Debe reivindicarse ante el nuevo entrenador como ese seguro de vida defensivo que demostró en otras ocasiones, sin errores e incluso con iniciativas en ataque mediante centros por la banda. Garra y carácter no le faltan, y la plaga habitual de lesiones en la zaga defensiva debe servirle para aprovechar sin titubeos las oportunidades que se le brindan, algo que no se vio el sábado. En esta nueva era del Barça, le ha llegado la hora de dar un paso adelante y justificar su sitio en el primer equipo. Reseteo mental y a colgar de nuevo su cartel de “cerrado”.