El ecuador del Clásico llegaba con un Barça que perdonaba y un Madrid arrinconado en su área. En la segunda parte se cambiaron las tornas, y aunque los culés necesitaban reaccionar ante los goles blancos, el asedio fue implacable.

Parecía que lo de Liverpool fue la gota que colmaba el vaso, pero se ha comprobado que no. En Nápoles se volvió a cometer el error de concentración que condenó al Barça en Europa, y le convertía en un ‘meme’ mundial por un córner totalmente defendible. Ter Stegen tuvo que abroncar a Semedo para que saliese a cubrir el espacio en corto que intentó aprovechar Insigne en los minutos finales, pero por suerte no fue a más. Este despiste parece muy habitual en los zagueros azulgranas, que aún no han aprendido la lección, y gracias a que los rivales tampoco han sabido aprovechar esta debilidad.

En la memoria del último Clásico quedará, además del resultado, la épica parada de Ter Stegen a Isco, en un tiro enroscado que se dirigía hacia la escuadra del meta alemán. Pero la instrahistoria de este disparo vuelve a tener polémica. Los ataques blancos generaban, además de turbulencias en la portería, córners peligrosos que el Barça no estaba preparado para defender, y más con rematadores como Sergio Ramos o Varane. Es entonces cuando Kroos aprovechó la debilidad que dejó en paños menores a los culés en Liverpool y Nápoles.

Mientras todos los jugadores miraban anonadados dentro del área, Isco aprovechaba el despiste para disparar al otro palo, pero Ter Stegen evitó la tragedia. El mismo guardameta se levantaba del césped con un enfado monumental por la falta de concentración, e incluso ninguno de sus compañeros le felicitó por la tremenda salvada. Acto de irresponsabilidad que sigue sin solucionarse, y que puede condenar al equipo de aquí a final de temporada.