El FC Barcelona más efectivo apalizó sin piedad al Osasuna con un 4 a 0. Los azulgranas encarrilaron el duelo en la primera parte gracias a un doblete de Ferran y un gol de Aubameyang. Riqui puso la guinda en el tramo final del partido. El equipo de Xavi prosigue la escalada a lomos de un medio campo imperial con Gavi, Pedri y Busquets. Los continuos desbordes de Ferran y Dembélé dieron alas al equipo para desbordar a la zaga rojilla. Con la cuarta victoria liguera consecutiva, el Barça se asienta en la tercera plaza y pone en el punto de mira al Sevilla, a cinco puntos.

En los primeros compases de partido el conjunto navarro ya renunció al balón. El Barça buscaba huecos en el área, mientras que los visitantes aguardaban la ocasión de salir a la contra y sorprender a los azulgranas. Sin embargo, la mejora del equipo catalán en la presión alta abortó cualquier atisbo de reacción de contragolpe de los rojillos.

La primera polémica se presentó tempranamente en el Camp Nou, con un derribo de Nacho Vidal a Gavi que el árbitro consideró penalti. Y Ferran Torres, con sangre fría, engañó y batió a Sergio Herrera por medio de un disparo raso. En un cuarto de hora, los azulgranas ya habían conseguido abrir la lata.

Pero el ex del City tenía hambre de más. Tan solo cinco minutos después, Ferran marcaba el segundo gol de la noche con otra definición por bajo. La asistencia, un gran pase en diagonal al corazón del área, llevaba el nombre de Ousmane Dembélé. El Barça se gustaba con Ferran desatado, mientras el Osasuna sufría aún encerrado al borde del área.

Ferran endosó dos goles al Osasuna en tan solo cinco minutos | Getty

No las veían venir los navarros, que recibiría el tercer gol mediante otro centro al área de Dembélé rematado con la puntera por Aubameyang. Es la séptima asistencia del francés esta temporada, su récord en LaLiga con el Barça. 26 minutos de encuentro y los azulgranas ya habían transformado tres goles. Los navarros apenas respondían con un chute desviado en el área, invalidado por fuera de juego. Los de Jacoba Arrasate no se movieron un ápice de su planteamiento defensivo, y poco efectivo en vista del resultado.

Hasta el descanso, poca historia más. El Barça firmó una de las primeras partes más impecables esta temporada, prácticamente sin fisuras. Cuatro remates al área de los pupilos de Xavi, convertidos en tres goles. En cuanto al juego, el equipo azulgrana lucía combinaciones al primer toque de un lado a otro del campo gracias a los movimientos de Gavi y Pedri. La presión tras pérdida impedía cualquier intento de salida de balón por parte del Osasuna. En conjunto, es el guion perfecto de un partido en el Camp Nou. El Barça recuperó el rumbo tras dos encuentros dubitativos contra Elche y Galatasaray.

Al regreso de los vestuarios, Jagoba Arrasate cambió el sistema para evitar una goleada más abultada en la segunda mitad. El Osasuna abría el carrusel de los cambios con una triple permuta. Aridane entraba al campo para completar una línea de tres centrales. No obstante, los azulgranas no quitaron el pie del acelerador, con una doble ocasión de un Dembélé tocado por una varita mágica, además de un remate de Aubameyang ligeramente desviado.

Como era de esperar, la comodidad del partido dio pie a los cambios de Xavi para dosificar jugadores. Lenglet regresó al terreno de juego casi dos meses después de su última aparición como azulgrana ante el Alavés. Piqué se había ganado con creces descansar ante tal exhibición defensiva. Seguidamente, Memphis y Riqui Puig relevaban a Aubameyang y Pedri, para disputar los últimos veinte minutos. 

Precisamente Riqui se reivindicaría a los dos minutos de entrar al campo, con el cuarto gol del partido. El menudo centrocampista aprovechó un rechazo del portero rival a su propio tiro, para regatear al guardameta y apuntarse al festival de goles. Riqui regresó a lo grande, dos meses después de su última participación liguera. En un día propicio para los «redebuts», Braithwaite también dispuso de minutos frente a Osasuna tras dos meses en el ostracismo, ya recuperado de su lesión. Por último, Mingueza entró al campo por Jordi Alba para terminar el partido más plácido de la era Xavi en Can Barça. Próxima parada de la ‘Xavineta’, el infierno de Turquía en la Europa League.