Tras la nueva debacle de la temporada anterior, en Can Barça prometieron una revolución y para ejecutarla trajeron a la leyenda culé, Ronald Koeman, quien sería el encargado de ejercer mano dura. Estando toda la plantilla entre algodones y con la ilusión perdida, tan solo los jóvenes Ansu Fati y Riqui Puig jugaron con esa chispa de energía capaz de reactivar a ratos a la afición. A día de hoy, el delantero no tiene aún dorsal del primer equipo y al centrocampista le han mostrado la puerta de salida del club de su vida.

Aún no se sabe qué tipo de salida tendrá Riqui Puig, puede salir cedido, traspasado o incluido en alguna otra operación: cualquiera de ellas es una vergüenza. Una joven promesa que ha crecido en La Masía a pasos agigantados y que ha tenido más paciencia de la que cualquiera hubiera tenido porque este es el club de su vida, porque él es culé de nacimiento y porque, aun teniendo ofertas sobre la mesa en años anteriores, su sueño siempre ha sido triunfar en el Camp Nou y lo lleva demostrando desde el primer día que defendió la camiseta blaugrana sobre un campo de fútbol.

Riqui Puig celebrando un gol con Messi. | Fuente: FC Barcelona

El motivo es que no encaja en un equipo que la temporada pasada por las lesiones, que en cualquier momento se pueden volver a dar, tuvo que recurrir a fichar desesperadamente a un jugador, sin nivel para el Barça, que cubriera ese puesto y al que, unos meses después, intentan quitarse de encima.

Riqui Puig, con veintiún años, no encaja en un centro del campo donde van a jugar Busquets y Pjanic con treinta. Tampoco tiene hueco en la media punta donde jugarán Coutinho, Messi o Griezmann: tres jugadores que no son media puntas como tal, pero que sí pueden tener un rol ahí. No le ven en el doble pivote donde el propio Iniesta empezó. ¿Es cierto que Riqui Puig no tiene hueco en ninguna posición o es lo que nos quieren hacer creer para sacarle beneficio a su marcha?

La única posibilidad que contempla la afición es que vaya cedido a un club que apueste por él para que pueda crecer como futbolista y volver en el momento oportuno: con otra directiva y otro entrenador. No obstante, la decisión de dejar marchar a Riqui Puig no es solo responsabilidad del actual entrenador, quien está en su derecho de contar con quien quiera, sino también de la directiva que no puede permitir que la joya de la cantera salga traspasado.

Debut de Riqui Puig con el Barça B. | Fuente: FC Barcelona

A falta de ver lo que sucede finalmente con Ansu Fati, Pedri, Aleñá y Araujo, vuelve a quedar vigente el poco valor que esta directiva le da a La Masía. Si finalmente Riqui Puig sale del club, se unirá a la larga lista de canteranos promesas que no supieron valorar. Entre ellos, también están Eric García y Thiago Alcántara: dos grandes jugadores que han vuelto a interesar al club del que nunca debieron salir y cuya vuelta, en el caso del primero, está complicada por ahora y, en el caso del segundo, ya es imposible.

Algunos dicen que el físico de Riqui Puig es el principal motivo por encima de que Koeman no le encuentre hueco en su doble pivote. Seguramente, quienes piensan esto han olvidado que el centro del campo que hizo historia con el Barça, y que puso al club en lo más alto, estaba formado por Sergio Busquets, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, tres jugadores que nunca tuvieron un físico portentoso, pero sí entendían el estilo y la filosofía del club, que hablaban el Cruyffismo en el campo y que tenían características de juego más que parecidas a las que posee Riqui Puig.

Riqui Puig y Andrés Iniesta en un amistoso frente al Vissel Koke. | Fuente: FC Barcelona

No hay que intentar entenderlo porque, sencillamente, no tiene lógica que se deje marchar a un jugador con la proyección del catalán: presente y futuro del club. Un jugador titular con la Selección Sub-21 que aporta dinamismo al centro del campo, con una visión de juego diferente, comprometido en la presión y en el repliegue defensivo del equipo, que no tiene miedo de filtrar pases, que sabe cuidar el balón y moverlo con inteligencia, y que con veintiún años no necesita la adaptación de cualquier otro fichaje para encajar en el primer equipo culé, necesita la oportunidad.

Hace unas semanas, a los barcelonistas les prometieron un cambio drástico en el equipo. A días de empezar La Liga, siguen los mismos de la humillación europea y no cuentan con los canteranos. Este club necesita más culés de corazón como Riqui Puig y menos falsas promesas de una junta que los socios hace tiempo que quieren fuera.

Debut de Riqui Puig en Champions League. | Fuente: FC Barcelona

Siete años después de llegar al Barcelona, Riqui Puig tendrá que hacer la maleta rumbo a otro equipo que sí le valore. Pero, los culés le esperarán para verle triunfar con la camiseta blaugrana en la que siempre será su casa: el Camp Nou.