Los planes de Ronald Koeman han truncado las ilusiones de dos de los mejores productos de la cantera del Barça, Riqui Puig y Carles Aleñà. Las decisiones del holandés contradicen a su predecesor, Quique Setién, que apostó fuerte por Riqui. Por momentos, el canterano despuntó como el mejor futbolista en la medular azulgrana. Sin embargo, la mayor joya del plantel se ha visto relegada a un último plano en los esquemas de Koeman. El sistema 4-2-3-1 implica sacrificar la figura del ‘interior’, posición natural de Riqui.

El entrenador del Barça desconfía en la figura de Riqui en la posición de mediapunta. Ni siquiera la lesión de Coutinho ha brindado más continuidad a la perla azulgrana. Hasta Pedri, a quien Riqui saca 4 años, está por delante de él en los esquemas de Koeman. El holandés ya recomendó al joven canterano que se buscara una salida en forma de cesión porque contaría con pocos minutos. Ni las lesiones han dado un soplo de aire fresco a Riqui, que atesora 9 minutos en Liga, concentrados en una sustitución en la derrota frente al Getafe.

El banquillo se ha convertido en el lugar habitual de Riqui | Fuente: EFE

En el doble pivote tampoco parece haber cabida para Puig, lugar en el que De Jong, Pjanic y Busquets le tienen ganado el pulso. El papel de interior se escapa de los planes de Koeman, que tampoco ha dado oportunidades a Aleñà, mejor adaptado al puesto de pivote. Quique Setién fue quien apostó más fuerte por Riqui Puig, mientras que el diamante en bruto azulgrana regalaba sus mejores actuaciones destacando como interior. Riqui robaba, combinaba, rompía líneas con verticalidad y lideraba el centro del campo azulgrana en el tramo final de Liga. Sin embargo, esta situación le ha mermado hasta el punto de desaparecer de las convocatorias de la selección española sub-21. Una salida en invierno en forma de cesión se postula como la luz al final del túnel de Riqui, que necesita continuidad.

Por su parte, Aleñà ha contado con el mismo papel residual en la pizarra de Koeman, 7 minutos en un partido de la fase de grupos de Champions League. En su caso, nunca ha tenido el protagonismo deseado y ya partió el pasado invierno al Betis en busca de minutos. A pesar de que no logró una cesión de lo más fructífera, este año va camino de repetir la misma fórmula. Si bien Koeman ya le avisó de que sus participaciones en el equipo escasearían, Aleñà apostó, como Riqui Puig, por quedarse a luchar por un sitio.

Riqui y Aleñà, dos de los jóvenes de la Masía que más prometían, van encaminados a un peligroso estancamiento motivado por las circunstancias, porque calidad no les falta. Todos lamentamos la famosa charla de Koeman con Riqui, de la que ya se desprendió el papel testimonial de un joven clave en la etapa de Setién en Can Barça. El devenir de Koeman en el Camp Nou, y la presumible cesión de ambos definirán el fin del ‘vía crucis’ de dos joyas desaprovechadas.