La derrota del Barça contra el Bayern en su primer partido de la temporada en Champions, además de evidenciar las carencias de un equipo que saltó al campo con la idea de no ser goleado, dejó un dato preocupante. Fue la primera vez en la historia competición europea que el club blaugrana no disparó entre los tres palos en todo el partido. Más allá de la puntería de cara a portería, fueron solo cinco las ocasiones que crearon los de Koeman.
La apuesta del técnico holandés por el 3-5-2, con una finalidad claramente defensiva, dejaba en la delantera a Memphis Depay y al debutante Luuk De Jong. Ninguno de los dos tuvo una gran noche, en consonancia con el resto de sus compañeros.
Pasado el choque con los alemanes, el equipo debe encontrar una fórmula en la delantera para volver al camino del gol. Sin Messi ni Griezmann, ha quedado claro tras las tres primeras jornadas de Liga que Memphis va a ser la referencia en ataque este año (lleva dos goles en tres partidos de Liga). Y mientras no ocurra el ansiado regreso de Ansu Fati de su larga lesión, y con el Kun Agüero y Dembélé también de baja en el corto plazo, Ronald Koeman tiene que tomar decisiones.
Una de ellas es el esquema. Si continúa apostando por el 3-5-2, poco podrá variar el once de lo visto en Champions. No es la opción ideal para jugadores como Demir o Coutinho jugar como carrileros, cuando el primero es un extremo puro y el segundo oscila entre el extremo y el mediocampo. Con el 4-3-3, la inclusión del joven extremo es más natural y Koeman podría incluso jugar con Memphis de extremo izquierda, dejando la punta de ataque para Luuk De Jong.
Respecto al último fichaje culé, también el técnico tendrá que decidir. La llegada de De Jong fue inesperada y es un jugador que no deja de generar dudas en la afición. En la mano de Koeman está valorar sus actuaciones partido a partido y darle minutos según su rendimiento. En caso contrario, la profesionalidad del técnico se vería claramente en entredicho, especialmente si se tiene en cuenta casos como el de Riqui Puig, que dispone de pocos minutos a pesar de su buen juego.
Sin importar la estrategia con la que el técnico blaugrana decida abordar el problema ofensivo, ha de hacerlo de manera inmediata. En poco más de una semana, Benfica y Atlético de Madrid volverán a poner a prueba a su equipo. Y no puede fallar.