El FC Barcelona continúa en caida libre tras el tercer tropiezo consecutivo en LaLiga. En esta ocasión, el Deportivo Alavés sacó petróleo del Camp Nou con un solitario gol que selló un empate a uno muy pobre para los azulgranas. El conjunto catalán sigue su travesía por el desierto en la novena plaza, con 16 puntos y a ocho del líder, el Real Madrid. Las únicas buenas noticias rescatables del encuentro fueron las notables actuaciones de Gavi y Nico gobernando el centro del campo.

Los primeros diez minutos del partido el Barça no conseguía dominar a los de Javier Calleja, y ambos equipos alternaron posesiones sin trascendencia más allá de una conducción peligrosa de Eric, que se internaba en el área sin oposición. Los azulgranas buscaban continuamente la banda izquierda mediante el desborde de Memphis y la profundidad de Jordi Alba, pero sin terminar jugada.

Una vez transcurrido el primer cuarto de hora, el conjunto catalán encasillaba a los vascos en el área, sin opción al contraataque de los visitantes y tejiendo buenas circulaciones de balón. Tanta superioridad sobre el verde no se transformó en ocasión clara hasta el minuto 17, en un remate de cabeza de Eric a la salida de un córner.

Nuevamente, en la siguiente jugada, Gavi regalaba en el área un magnífico balón medido a un Jordi Alba que no alcanzaba a controlar. Seguidamente, el Kun daba continuidad a los anteriores ataques peligrosos mediante un disparo desde fuera del área que se marchaba por el lateral de la portería desviado.

Si ya el Alavés empezaba con una primera sustitución obligada de Ximo Navarro por lesión, a los 25 minutos Édgar Méndez hacía sonar las alarmas teniendo que salir del campo para ser atendido de unas molestias, sin mayor importancia.

El Barça apenas sufría aproximaciones de los vitorianos, pero la tradición de los últimos años ha demostrado que un solo remate peligroso basta para hacer daño a los azulgranas. Así, en el minuto 29, el Alavés avisaba a la zaga catalana que también tenía sus argumentos ofensivos, por medio de una falta picada al área, que conseguían realizar con un remate de cabeza desviado.

Desafortunadamente, en su segunda titularidad, el Kun Agüero debía abandonar el campo aturdido tras un lance del juego. La buena noticia es que dejaba el campo por su propio pie, sin necesidad de una camilla que habían traído por precaución. En el lugar del argentino, pisaba el terreno de juego Coutinho, en su enésima oportunidad de despegar desde que volvió de su longeva lesión.

A pesar de la autoridad en el juego del Barça sobre el Alavés, los déficits del equipo azulgrana en la primera parte llevaban el sello de Koeman. El conjunto barcelonés carecía de la clarividencia en ataque para finalizar jugadas y desatascar la zona de tres cuartos del campo. Para colmo, el arquero de los visitantes, Antonio Sivera, ya había visto la tarjeta amarilla por perder tiempo, a falta de los segundos 45 minutos. Los pupilos de Sergi Barjuan tenían toda la faena pendiente en el marcador de cara a la segunda mitad. Obviamente, el nuevo entrenador interino no iba a cambiar la cara del FC Barcelona por arte de magia.

A la reanudación del duelo llegó el premio para los azulgranas, en forma de golazo de Memphis, que firmó su mejor diana desde que viste los colores del Barça. El neerlandés se perfiló por la frontal del área, para cargar su pierna derecha y fusilar al guardameta rival por la escuadra derecha. El ‘9’ del FC Barcelona se redimió, al fin, de sus discretas prestaciones en los últimos partidos. Una individualidad que no salió de las botas de Ansu desatascó el choque. 

Memphis se sacó un latigazo con la derecha desde fuera del área para adelantar al Barça | Getty Images

Ver para creer, al cabo de apenas tres minutos más tarde, los de Calleja igualaban el primer gol con una jugada individual de Luis Rioja, que aprovechaba el pasillo en la defensa azulgrana a fin de trazar una pared con Joselu, y regatear a Ter Stegen. El Alavés echaba por tierra todo el esfuerzo de los culés con su primer tiro a puerta. Rioja anotaba su quinto gol desde que debutó en LaLiga, tres de los cuales, al FC Barcelona. 

Un Barça herido contraatacaba a través del clásico lanzamiento de Coutinho desde el costado izquierdo, que Sivera desviaba a córner. Instantes más tarde, un obús de Alba se marchaba por encima del arco por poco. Pero la ocasión que se llevaba la palma fue un remate al palo de Memphis, que aprovechaba una brillante jugada individual de Gavi. Sivera de nuevo se lucía ante Memphis en un mano a mano cortesía de Nico, que había proveído de un excelente pase de cuchara al atacante holandés. 

Por su parte, el Alavés se daba por satisfecho con la reacción en forma de gol y retrasaba líneas en aras de defender el empate con uñas y dientes. A raíz del desplazamiento de Memphis al centro de la delantera y Coutinho por banda izquierda, los ataques de los azulgranas se trenzaban más bien por la izquierda. Por la banda del brasileño, espectáculo de imprecisiones tales como un resbalón o un control errático. 

Los despropósitos en un partido accidentado se sucedían con la marcha de un Piqué renqueante en el minuto 70, sin poder continuar. El cambio, un Lenglet sin muchas oportunidades este curso, relegado a cuarto central por Araújo y Eric. La otra permuta, la de un Gavi que abandonaba el campo ovacionado y chocaba las manos con Riqui Puig, su sustituto, que comienza a ver la luz al final del túnel. Gavi, a la par que Nico, se erigió en el motor del mediocampo a sus 17 años, de las pocas notas positivas del partido.

A pesar de no romper el empate, Barjuan se atrevía en el 78 con la inclusión de Abde y Balde, en sustitución de Mingueza y Nico. El marroquí debutaba con el primer equipo en su primera convocatoria. Con los cambios, Coutinho regresaba al mediocampo por un Balde que ingresaba como extremo izquierdo. Sin embargo, el brasileño no acertaba ni a convertir en gol un tiro libre en la frontal del área. El mediapunta carioca seguía con la mala fortuna en Can Barça, recibiendo pitos a cada fallo que encadenaba con el marcador poco favorable. 

Del mismo modo que el brasileño, el FC Barcelona seguía con su particular viacrucis y la sangría de puntos, y los últimos esfuerzos en ataque eran insuficientes para romper un empate a uno que reinaría en el luminoso hasta el pitido final. Lo de Koeman era una montaña rusa que trazaba las subidas frente a equipos pequeños. Sin embargo, la crisis deportiva ha alcanzado un fondo tan preocupante que ni frente a Rayo, ni contra Alavés el Barça se ha llevado los tres puntos.