Con 25 puntos y a 11 del nuevo líder del campeonato, el Real Madrid, el conjunto azulgrana jugará fuera de casa sus cuatro próximos encuentros en la competición doméstica y pasará más de un mes para que vuelva a pisar el Camp Nou, cuando el 31 de enero reciba al Athletic Club.

Es, sin duda, un desafío de altura que pondrá a prueba a los de Koeman visto lo visto en lo que llevamos de campeonato. Especialmente cuando al Barça le toca jugar fuera de casa y es que a la acumulación de partidos se le suma la mala racha que atraviesa el conjunto culé como visitante en esta temporada en Liga: sólo ha sumado siete puntos lejos de la Ciudad Condal en seis partidos.

Únicamente ha conseguido dos victorias (0-3 ante el Celta, el 1 de octubre y 0-3 contra el Valladolid, el pasado 22 de diciembre), es decir, ha tardado casi tres meses en volver a ganar a domicilio desde aquella contundente goleada en Balaídos; un empate (1-1 ante el Alavés) y tres derrotas (1-0 ante el Getafe, otro 1-0 frente al Atlético de Madrid y un 2-1 contra el Cádiz).

El Barça tardó casi tres meses en ganar fuera de casa desde su última victoria ante el Celta, el 1 de octubre. Fuente: Lalo Villar, AP.

Cifras que lo colocan como uno de los peores visitantes del campeonato, con unos números totalmente impropios e indignos de un equipo que aspira a ser campeón y que distan mucho de la versión liguera a la que nos tenía acostumbrados, conquistando en 2019 su octavo título en 11 años y mostrando una regularidad extraordinaria que se ha ido perdiendo estos dos últimos años.

No queda rastro de aquel equipo que llegó a conquistar 8 Ligas en 11 años y que era un rodillo temporada tras temporada. Fuente: Pere Puntí

Además, el Barça no solo está siendo vulnerable como visitante sino que en el Camp Nou ha dejado escapar multitud de puntos esta temporada: 9 puntos han volado lejos del templo azulgrana, en una derrota ante el Real Madrid (1-3) y tres empates frente a Sevilla (1-1), Valencia (2-2) y Eibar (1-1).

La trayectoria del equipo hace recordar una de las etapas más funestas del club, a comienzos del siglo XXI, bajo la presidencia de Joan Gaspart y con Van Gaal de entrenador, una época en la que el Barça sufría para estar entre los cuatro primeros.

En la temporada 2002-03, ni siquiera pudo acabar en puestos de Champions, quedando relegado al sexto lugar. Aún queda más de media Liga por disputarse, pero, si el Barça continúa con esta racha de resultados en el campeonato doméstico, ya no parecerán tan lejanos aquellos años oscuros para un club que, al estar asfixiado económicamente, sería una catástrofe de proporciones bíblicas.