Un gol del ‘9’ culé, Luis Suárez, decidió un derbi negro, con dos expulsiones, un juego pobre del Barcelona y la confirmación matemática del descenso del Espanyol. Precisamente, el delantero charrúa fue el jugador que pasó por los micrófonos tras finalizar el partido.

El uruguayo señaló el cansancio físico acumulado de la plantilla como consecuencia del rendimiento del equipo en el derbi. “Veníamos de un gran desgaste el domingo (contra el Villareal) y creo que eso se notó un poco en la intensidad que dimos”. No olvidó tampoco mencionar que en el vestuario sabían de «la dificultad que iba tener el partido, por la situación en la que venían ellos».

Se podrá cuestionar el juego del uruguayo, pero lo cierto es que Luis Suárez viene marcando en los últimos partidos y lleva ya 15 goles en La Liga. El artillero argumentó que «había poco espacio dentro del área. Creo que ellos hicieron un buen planteamiento en el primer tiempo». Destacó los espacios que dejó el Espanyol a partir del segundo tiempo.

Fue el segundo partido donde se pudo apreciar un cambio de posición de Antoine Griezmann, más cerca del centro del área. Según Suárez, se estaba buscando «una nueva fórmula» para integrar mejor al francés en el ataque culé. «Es el primer año de Antoine y es difícil, pero siempre va a tener el apoyo nuestro», aseguró el delantero.

Cuestionado por las dos expulsiones directas mediante el uso del videoarbitraje, Suárez admitió que «la de Ansu no la veo porque está el jugador del Espanyol delante, y la otra tampoco». Pero considera que «para algo está el VAR, para ayudar en algunas situaciones”.