Dani Alves, el lateral moderno
El 2 de junio de 2016 se marchó del Barcelona. Desde entonces, el club no ha dejado de fracasar en el intento de encontrar un sustituto digno que llenase el gran vacío que él dejó. Ha tenido que ser el propio Alves quien volviera para que el Barcelona tuviera de nuevo dos bandas para jugar al fútbol. Ahora, a sus treinta y ocho años, cobrando el salario más bajo de la plantilla, Alves se ha convertido en el lateral moderno que necesitaba urgentemente el Barça desde su propia salida.
Ahora bien, ¿qué es un lateral moderno? ¿Ataca, defiende, desborda, centra? ¿Qué le hace ser “moderno”? Normalmente, a los defensores solo se les exigiría defender y si eres lateral, como mucho centrar. Pero, eso no basta si juegas en el Barcelona donde no vale defender y saber centrar, tienes que entender la función del tercer hombre, dominar el espacio de juego, saber cuándo atacar la profundidad, comprender cuándo apoyar en la salida de balón o cuándo estirar al máximo al equipo generando amplitud para que los compañeros puedan recibir por dentro con más espacios y puedan encontrar la forma de combinar contigo a base de triangulaciones. Lo que hace moderno a un lateral es su actitud ante la diversidad táctica del juego. Pero, Alves no es el único, también Alexander Arnold y Joao Cancelo realizan esta función en el Liverpool y en el Manchester City respectivamente.
Xavi ya intentó llevarlo a cabo con Jordi Alba ante el Elche y, aunque funcionó en cierta manera, puso en evidencia una de las particularidades del lateral moderno: la calidad técnica. Jordi Alba no puede ser un lateral moderno como Dani Alves porque, por ejemplo, no tiene la calidad técnica individual para jugar en el centro del campo, Alves sí y así lo demostró ante el Atlético de Madrid con un movimiento táctico excelente por parte de Xavi.
Sin balón, la función de Alves era la de un lateral más: proteger su carril. Eso sí, si estás en el Barça, te toca defender hacia delante y ahí Dani es uno de los mejores especialistas en presionar tras pérdida bien arriba para poder atacar inmediatamente tras el robo. La fortuna de contar con un central tan rápido a campo abierto como Araujo hace posible que Xavi pueda liberar a Dani Alves.
La libertad absoluta del lateral moderno cobra sentido con el balón. Se dice que ante el Atlético de Madrid Alves jugó de pivote, pero no es verdad. El pivote siguió siendo Busquets. La diferencia estuvo en la toma de decisión respecto a en qué zona del campo moverse sin ocupar los espacios, más bien atacándolos. Alves fue a la base de la creación para generar superioridad y evitar que Busquets, como en muchos otros partidos, tuviera que crear desde tan atrás, casi a la misma altura de los centrales. Cuando Sergio puede influir en el juego haciendo del eje sobre el que todo fluye, destaca en silencio él y brillan por encima los demás compañeros.
Además, la indicación de que la zona de influencia de Alves fuera el centro del campo tenía un objetivo múltiple. En el medio, tiene la calidad técnica para combinar entre líneas, pudo crear superioridad tanto en la base como en las zonas interiores y, en tanto que Alves podía ocupar el interior derecho, a Pedri le tocó fijar marcas por dentro para cumplir la misión: que Adama recibiera completamente abierto y pudiera encarar directamente al lateral rival sin que este pudiera recibir ayudas por la colocación de Pedri y Alves en el interior derecho.
El movimiento táctico de Xavi fue excelente y puso en jaque a un Cholo Simeone que perdió tanto los nervios que no le importó arriesgar la salud de su propio jugador lesionado, pero la partida táctica ya había acabado mucho antes. Xavi puso de manifiesto que Dani Alves no ha llegado solo para aportar experiencia y gol, sino que se ha convertido en su lateral moderno.