Riqui Puig anota el último penalti en la semifinal de la Supercopa de España. Fuente: El Mundo

Riqui Puig y diez más

Cuando se juega con el corazón y se sienten los colores de verdad, nada (que de ti dependa) puede salir mal, o sino que se lo pregunten a Riqui Puig. Es un jugador especial, diferente, de los que hacen falta para que el Barça vuelva a brillar como lo hizo en un pasado. No juega mucho, pero eso no ha impedido que nos demuestre de qué está formado su ADN, aunque nosotros ya lo sabíamos. El que parece no verlo es Ronald Koeman, pero nada puede parar a un joven con las ideas claras: quiere triunfar en el Barça.

Sabe lo que es jugar en el club y lo caro que se paga el peaje por llegar al primer equipo y ahora todavía más. Pero hay caminos que no están destinados a separarse. Su padre siempre le dejó las cosas claras: “Fuera del Barça hace frío. Del Barça no te puedes ir si no te echan”, explicó Riqui en una entrevista para el canal de Koko DC. Una frase que parece tenerla grabada en la mente, no quiere nada que no sea jugar en el “club de sus amores”.

Riqui Puig durante la final de la Supercopa. Fuente: Getty Images
Riqui Puig durante la final de la Supercopa. Fuente: Getty Images

Riqui Puig ha crecido viendo los partidos del primer equipo y yendo al Camp Nou cada fin de semana de partido. Desde que llegó a las categorías inferiores, ha sido inculcado con los valores del club, por esta razón hace falta que gane más protagonismo y que otros jugadores como él tengan oportunidades. Son los únicos que tienen claro qué significan estos colores, más allá de cifras millonarias y de contratos estratosféricos que acaban en nada.

Con 21 años y con Koeman en el banquillo del Barça, su reto principal es levantar a un equipo muerto con un tiempo límite de 5-10 minutos, eso en los partidos que tiene la oportunidad de jugar. Todos nos frotamos los ojos cuando le vemos saltar al campo algo antes. En lo que va de liga, tiene una media de 11 pases por partido con un 91% de acierto y suma un total de 41 minutos jugados, ni media parte. Cuando el balón está en sus pies, la dinámica de juego cambia y podemos ver algo del estilo Barça, tal y como afirmó Laporta y muchas otras personas importantes del club.

Riqui Puig celebrando un gol en la Supercopa. Fuente: Getty Images
Riqui Puig celebrando un gol en la Supercopa. Fuente: Getty Images

En la Champions League suma un total de 88 minutos. No llega a ser un partido entero, pero dobla al tiempo que ha jugado en La Liga. En la competición europea ha dado 105 pases de los cuales ha completado con éxito 94, es decir, el 90%. Cualquiera que no vea los partidos podría decir que los pases que da son fáciles, pero no es así, Riqui es un jugador valiente que sabe ‘filtrar’ pases mejor que nadie. La confianza en sí mismo se lo permite.

En definitiva, Riqui Puig nunca tirará la toalla y seguirá luchando y trabajando por tener más oportunidades con el primer equipo, que es donde siempre ha querido triunfar. Él disfruta jugando a fútbol y los culés nos lo pasamos aún mejor cuando él está en el campo.