Gayà

Hace escasos días, algunos sectores de la prensa catalana anunciaban la “semana Gayà”. Remarcaban las urgencias del club valencianista por hacer caja y afirmaban que al jugador no le convencía el proyecto de Peter Lim con José Bordalás a la cabeza.

Sin embargo, como nos señalaron los compañeros de AS Valencia, la cabeza del lateral zurdo está en otro lado. El de Pedreguer anunció a sus representantes y al club que no tomaría ninguna decisión antes de la EURO. En pleno mercado de fichajes y con un proyecto, el del Valencia, en reconstrucción, sería precipitado para él.

Gayà es capitán indiscutible en el club de sus sueños y, aunque ciertamente la institución esté pasando por un mal momento, los colores siempre “tiran”. También es cierto que el club “che” necesita hacer caja, pero tiene otros activos con menos peso específico a los que darles salida antes de encarar el adiós del jugador más icónico para la afición y el club en los últimos años.

Además, el lateral, que está en el punto más alto de su carrera (26 años), preferiría liderar un proyecto competitivo antes que perderse en un Barça donde no sería ni tan solo la primera opción para su puesto. Cabe recordar que el propio Gayà ya rechazó al Barça en ocasiones anteriores, y esta vez solo la pésima gestión de Peter Lim y Anil Murthy le podrían hacer cambiar de opinión.

Es cierto, como apuntaban los medios, que el lateral congeló su renovación al finalizar la temporada. No es cierto, sin embargo, que esto respondiese al interés del FC Barcelona, sino más bien a una expectativa del movimiento blanquinegro en el mercado de fichajes. El reto del Valencia CF es conseguir ilusionar de nuevo al jugador con un proyecto que les permita, al menos, competir por plazas europeas.

Teniendo en cuenta esto, no habrá noticias del lateral valenciano hasta después de la Eurocopa. Entretanto, agentes y jugador miran por el rabillo del ojo tanto los movimientos de mercado del Valencia como las posibles ofertas de otros clubes, entre ellos el Barça y el Atlético de Madrid. Ahora mismo, los aficionados valencianos tienen la carta más alta, pero cuanto más se demore el final de la partida, más nervios habrá en Mestalla y más expectativas se generarán en el Camp Nou.