Queridísimo Leo, por fin la tenés: carta abierta a Messi

Queridísimo Leo, por fin la tenés. Esa copa tan esperada, tan dorada como tus ojos al verla y tan bonita como tu mirada hacia esa bola del mundo. Con el logro tan esperado como el de conseguir una Copa del Mundo ya no hay discusión de quién es el mejor. Atrás queda el jovencísimo Pelé, que levantó tres Mundiales; el parentesco con el Diego, que siempre te acompañará en toda tu vida, y el eterno rival Cristiano Ronaldo, que ya no cena en tu mesa. Conseguir ese trofeo que se resistía desde el 1986 te ha consolidado como el mejor jugador del planeta tierra. Como el mejor futbolista que verá el ser humano. Por si había una discusión previa, que personalmente creo que no, ahora sí que eres el mejor del mundo.

He pasado toda mi vida viéndote crecer futbolísticamente. Nos separaba en cada partido la valla publicitaria que rodeaba el Camp Nou, pero siempre hemos ido juntos en este camino. O al menos yo lo he sentido así. Debutaste con el primer equipo del Barça cuando yo tenía solo dos años y por el camino te has convertido en la imagen del club al que ambos amamos. Has sido campeón de Europa, de España, pichichi y tienes en tu vitrina siete Balones de Oro, después de quedar fuera de los 30 nominados en la edición anterior. Con tus 35 años ya no te queda mayor reto que cumplir que el que te faltaba.

Esa mirada triste en la final de Brasil contra Alemania te hizo pedazos. Las críticas de los periodistas te doblegaron hasta al punto de renunciar a tu amada selección, ese equipo que escogiste por delante de España: “Yo soy argentino y quiero jugar con Argentina”, confesaste cuando tan solo eras un crío. Qué buena elección, Lionel.

Messi besando la Copa del Mundo
Messi besando la Copa del Mundo

Supiste que la de Qatar iba a ser la tuya. Lo intuiste. Incluso llegaste a sentir que el Diego te lo pedía a gritos desde ahí arriba. Los inicios nunca han sido fáciles. Empezasteis con una derrota ante Arabia Saudí, como España en el 2010. Aprendisteis del error y fuisteis a por todas, jugando cada partido sabiendo que no iba a ser el último. La cosa fue mejorando y los rivales os iban menospreciando. Primero fue Van Gaal y luego Mbappé. Pero llegasteis hasta la final y os hicisteis con el trofeo que en su momento levantó Maradona. Habéis dejado una final para la historia, de esas que uno nunca va olvidar.

Todo amante del fútbol siempre la recordará como uno de los mejores partidos que ha visto en su vida. 120 minutos de puro fútbol, donde en 79 dominasteis y encogisteis a una gigantesca Francia hasta que llegó Mbappé y os cortó el final feliz. Por suerte, y como no, apareciste y pudiste marcar en la prórroga para ganar. Pero volvió a aparecer el francés para sumar su hat-trick. El Dibu bajo palos y el sentimiento argentino hizo que levantarais la copa tan esperada tras una tanda de penales para el recuerdo.

Nos has dejado imágenes para la historia: te has subido a los hombros del Kun, tu mejor amigo con el que has ganado un Mundial con la sub-20, unas Olimpiadas y una Copa América, y has enseñado el trofeo delante de todos los argentinos desplazados a Lusail, y le has pedido ayuda al Diego en el último penalti de la final con tú “Vamos Diego, desde el cielo”.

Messi levantando la Copa del Mundo junto a sus compañeros
Messi levantando la Copa del Mundo junto a sus compañeros

Después de 36 años has hecho feliz a todo tu país y a mucha gente de todo el mundo. Y ha costado tener la tercera estrella cosida encima del escudo. Pero ahora sí que sí. Por fin la tienes en tus manos. Por fin puedes dormir junto a ella. Por fin la copa del mundo es tuya. Bendita zurda. Te quiero, sos el mejor. Gracias por todo, Leo.