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Entrevista a Toni Caravaca: «Es un privilegio haber sido capitán del Barça»

Toni Caravaca (Santa Coloma de Gramanet, 2004) llega al Nou Sardenya con una sonrisa, pese a cojear un poco. Hace unos días sufrió una lesión desafortunada que le ha impedido debutar con su nuevo club: el Europa. Y tras un año en Italia, entre el Sorrento y el Novara, vuelve a Barcelona: su casa. La década que estuvo en Can Barça la tiene muy presente y en el brillo de sus ojos, se aprecian el orgullo de un capitán dentro y fuera del terreno de juego. Desde la distancia recuerda su relación con excompañeros como Lamine Yamal, Fermín o Gavi, así como aquel golazo contra el Madrid con tan solo diez años. En esta ocasión, atiende a Iniestazo un año después de su salida del Barça.

Quería empezar preguntándote por cómo estás ahora que has vuelto a Barcelona. Nuevo Club como es el Europa, pero con la mala suerte de que has sufrido una lesión desafortunada nada más llegar. ¿Cómo lo estás gestionando y cómo llevas la recuperación?

El año pasado fue un año difícil en Italia. Llegado el verano me comunicaron desde el Novara que no contaban conmigo para el proyecto y estuvimos buscando una solución. Hablamos con el Europa y al conocer su proyecto vinimos hacia aquí rápido cuando se pudo arreglar todo bien. Ha sido mala suerte (la lesión): venía con muchas ganas y la ilusión de venir y hacerlo bien. Un palo un poco duro, pero lo que tendría que haber empezado ahora, empezará dentro de poco.

En relación con tu llegada al Europa, ¿Cómo se dio la oportunidad de jugar aquí y si tenías otras opciones sobre la mesa?

Me contactaron a mediados de julio, cuando el club estaba buscando jugadores y lo dejamos un poco en stand-by por situaciones tanto del club (Novara) como mías. Fue al final de mercado, en las últimas semanas de agosto, cuando volvimos a hablar seriamente. Teníamos otras ofertas de clubes de esta categoría, pero conociendo la filosofía del club y la oportunidad de hablar con el míster, me acabaron de convencer. Creo que era el sitio justo para venir.

En Italia estuviste un año entre el Sorrento y el Novara, ¿Cómo ha sido esta experiencia y qué diferencias principales has encontrado en el fútbol italiano?

He estado en la Serie C, no sé si será muy diferente de la Serie B o Serie A, pero yo me he encontrado con una fijación en lo táctico defensivamente: no encajar goles, que el equipo esté ordenado… Aquí se busca jugar más, tener un equipo ordenado, pero alegre y competitivo en todas las fases del juego.

«Si Francesco Totti te dice que lo hagas, es difícil decir que no»

Hablemos si te parece de tu salida del Barça, porque llegaste con 9 años y te fuiste con 19. Diez años que se dice pronto. ¿Cómo recuerdas esa última temporada y cómo fue despedirte del club de tu vida?

En mi último año de contrato, siendo juvenil, vas viendo cosas dentro del Barça y te dicen con quién cuentan y con quien no. Yo intenté ya salir en enero, pero por cosas del club me dijeron que no podían darme la salida con contrato en vigor y me quedé. Tampoco me confirmaban si iba a estar con ellos en junio para renovar. A partir de ahí, fue cuando empezamos a buscar soluciones. Aun así y sabiendo en la situación en la que estaba -de que no iba a renovar- disfruté muchísimo y tuve la oportunidad de ser capitán en muchos partidos, algo que para mí es un privilegio: el poder haber sido capitán del Barça. Competimos partidos contra equipos top, como en la Youth League y en Liga. Me llevo una de las mejores temporadas o la mejor de mi vida.

Caravaca posa con la camiseta de su nuevo club, el Europa | Foto de Sergi Vélez Lucerón

¿Cuándo dirías entonces que ya sabes que te vas del Barça?

Como te decía, voy en el mercado de invierno a hablar con ellos y no pude salir, pero vas viendo quién sube al Barça Atlètic y con quién cuentan, el fútbol es así. Después te dicen que no saben si te van a renovar, pero que te tienes que quedar, entonces vas sacando tus conclusiones. Te lo dicen un poco tarde, eso sí que lo tengo que decir, a principios de junio. Dentro de lo que cabe, el tiempo necesario como para buscar un buen equipo.

De hecho, uno de los responsables de tu salida a Italia es Francesco Totti. ¿Qué nos puedes contar de la relación que tienes con él?

Cuando estaba en juvenil de segundo año, con 18 años, vino a Barcelona unas dos-tres veces y estuvimos hablando con él. Firmamos un contrato de representación y ahora mismo es mi representante. Ellos creían mucho en el proyecto en Italia y decían que era una oportunidad irme allí a jugar, que luego -por lo que hemos visto al menos en un año- no ha sido así, por la razón que sea. Creían que era un buen sitio para crecer como jugador y al final si Francesco Totti, una leyenda como él, te dice que lo hagas, es difícil decir que no.

Estos días, precisamente en las portadas de algunos diarios aparece Lamine Yamal, por ese partido con la selección, con quien compartiste vestuario. Preguntarte ¿Cómo lo recuerdas y si ya le veías que podía ser diferencial en aquel momento?

Yo siempre que me preguntan sobre Lamine explico una anécdota. Al principio de temporada del último año en el que coincidimos, él tiene un problema del corazón, del que no sé si le llegan a operar, y coincide con que yo también me lesiono. Por lo que entramos en el equipo al mismo tiempo. Yo tenía una idea de él, que era un chaval mediático con un carácter especial. En esa recuperación lo voy conociendo y veo como es él. Ahí me doy cuenta de que aparte de lo que estaba viendo en los entrenos de recuperación, él era muy top fuera del campo: humilde, cercano. Por lo tanto, ahí empiezo a ver cómo es Lamine Yamal por dentro. Cuando lo vi en competición dije: “Este chico es de otro mundo”.

Y hablamos de Lamine, pero es que también hicieron historia con el filial Guille y Toni Fernández o incluso la irrupción de Bernal en el primer equipo. Cada vez suben chicos más jóvenes, ¿Cómo valoras todo esto desde la distancia?

La situación del Barça es la que es, no hay que negarlo. Cuando hay dinero, la gente quiere fichajes y competir al máximo nivel, así que es más difícil entrar al primer equipo. Ahora mismo, creo que se ha dado el momento y la generación adecuada. Hay muy buenos entrenadores en el Barça que ayudan a crear jugadores ‘ADN Barça’. Los chavales lo están aprovechando y entran con ganas, así que es importante darles confianza.

«Cuando lo vi en competición (a Lamine Yamal) dije: Este chico es de otro mundo»

En tu etapa en el Barça también compartiste vestuario con jugadores como Fermín, Gavi, Casadó y algunos nombres que militan ahora en el filial como Unai, Barberá o Astralaga. No sé si habéis hablado recientemente, pero ¿Cuál es tu relación con ellos y qué amistades te has llevado de estos años?

Siempre lo digo, que al final lo bonito del fútbol son las amistades que te llevas. En Italia también tengo amigos que me los llevo para siempre. He tenido la suerte de jugar con Fermín y de ver el crecimiento que ha tenido me alegra mucho por él, se lo merece. Casadó ha trabajado mucho, igual que otra gente que desde lo bajo y sin decir una palabra están llegando a hacer cosas grandes. Si el Barça tiene confianza en ellos, como está haciendo con otros jugadores, van a ser importantes.

Toni Caravaca, en uno de los banquillos del Nou Sardenya | Foto de Sergi Vélez Lucerón

En tu carta de despedida destacabas también el agradecimiento hacia tus entrenadores y otros trabajadores del Barça. En ese sentido, ¿Quién dirías que ha sido el entrenador o los entrenadores que más te han marcado?

Yo del que más aprendí y del que me llevo un amigo es Pere Romeu, que ahora está entrenando en el primer equipo femenino. Pero te podría decir muchos: Sergi Milà, que he estado casi toda mi etapa en el Barça con él; Carles Martínez, que ahora está en el Toulouse; Pol Planas, Gerard Sarrà… La verdad es que me llevo aparte de buenos entrenadores y haber aprendido con todos, también me llevo personas con las que puedo confiar y hablar fuera del campo sobre cualquier tema.

Para ir acabando, ojeando por redes, me ha salido un vídeo en el que marcas un gol de falta al Madrid con 10 años, en el MIC de Palamós. ¿Cómo recuerdas aquel momento?

¡Fue muy especial, imagínate! La ilusión de un niño pequeño que está jugando con el Barça el ‘Mini Clásico’, con el campo del Palamós lleno… El sueño de un ‘chavalín’ recreado al mismo tiempo que lo estás viviendo. Lo recuerdo con mucha ilusión y me sale una sonrisa siempre que lo recuerdo.

Por último, si te tuvieras que quedar con un recuerdo de esos diez años, ¿cuál te gustaría destacar en especial?

De cada temporada saco alguna cosa, pero, sobre todo, al inicio la ilusión de un niño pequeño que va al Fútbol Club Barcelona sabiendo la entidad que es. Al final también lo disfruté mucho: con jugadores de una calidad importante que en los próximos años vamos a ver en diferentes divisiones importantes del mundo. Muy contento, sobre todo, de vivir esa experiencia como capitán y de sentirme importante.