El FC Barcelona sobrevivió a un partido gris en Mendizorroza con un ajustado triunfo por 1 a 0 frente al Alavés. Los azulgranas apenas inquietaron a los vascos, con un juego plano y horizontal, carente de profundidad. Un centro aislado finalizado por Frenkie de Jong brindó a los de Xavi Hernández un triunfo injusto con los méritos de los hombres de José Luis Mendilibar. Los tres puntos aúpan al Barça a la quinta posición de LaLiga, tras adelantar a la Real Sociedad. Los ansiados puestos de Champions todavía quedan a un punto, puesto que el Atlético se reconcilió con la victoria frente al Valencia.
Los primeros compases del partido, el equipo azulgrana dominaba la posesión, progresando metros lentamente. Los ‘babazorros’ trataban de asfixiar la salida de balón azulgrana y así aprovechar un robo de balón para sacar petróleo de una jugada aislada. La consigna de Mendilibar era clara, mantener al equipo de Xavi alejado de la portería de Fernando Pacheco.
A los trece minutos, Luuk de Jong dio el primer aviso en Mendizorroza por medio de una volea desviada, a centro lateral de Pedri. Una vez superado el cuarto de hora, el conjunto catalán obligaba al Alavés a recular, aunque todavía sin inquietar al guardameta de los locales.
Hacia la media hora, el partido seguía el mismo guion táctico. El Barça gobernaba sobre el verde sin autoridad, pues el Alavés evitaba que los extremos azulgranas entrasen en contacto con el balón. Pocas noticias de Abde y Ferran Torres hasta entonces. El partido tampoco brillaba por su intensidad, con apenas ocasiones ni transiciones. Lo mejor, el escaso peligro que los vascos creaban bajo el arco de Ter Stegen. Sin embargo, los azulgranas tampoco disponían de ocasiones, con un juego demasiado plano.
Los vitorianos carecían de argumentos ofensivos convincentes más allá de Joselu, que ha anotado diez de los dieciséis goles del Alavés en LaLiga. No obstante, faltas laterales como la del minuto 35 eran una pequeña victoria para los locales, artífices de la mitad de los goles por medio del balón parado. Los azulgranas también vigilaban de cerca a Luis Rioja, quien vive un idilio tras ver puerta en los tres últimos partidos ante el FC Barcelona.
En medio de un partido pastoso y tedioso, a la altura de una etapa llana del Tour de Francia, Pere Pons despertó a los suyos al filo del descanso y dispuso de la ocasión más clamorosa del encuentro. Afortunadamente, el catalán envío el disparo directo a las manos de Ter Stegen.
Ambos equipos enfilaban el camino a los vestuarios con toda la faena por hacer. El Barça jugaba con prudencia excesiva, y un medio del campo que brillaba por su ausencia. En frente, el penúltimo clasificado de LaLiga aguantaba el empate sin despeinarse. Xavi necesitaba de su mejor retórica para dar una charla digna de recordar en el descanso. En caso contrario el equipo azulgrana seguiría siendo nulo e inocuo en ataque, aun con el 78% de la posesión al descanso.
A la reanudación del partido, los pupilos de Xavi parecían haber salido con otra actitud. Abde protagonizaba varias internadas por banda que finalizaban en centros laterales. Más allá de la intrascendencia en el marcador, el lavado de cara se notaba en la intensidad del equipo. No obstante, con el adelanto de líneas del Barça, llegaban los espacios en la zaga y las peligrosas transiciones defensivas. Y el Alavés avisaría en el minuto 51 por medio de un centro raso que se paseaba por delante de la portería de Ter Stegen. Al menos, el encuentro ganaba en intensidad para el espectador.
De un juego horizontal, el Barça evolucionaba a un equipo vertical con el único ‘pero’ de las imprecisiones en el último pase. Y con el hándicap añadido de tener la defensa tan adelantada. El Alavés solo necesitó un córner en contra para plantarse en el área azulgrana tras la transición. De nuevo, los vitorianos no obtendrían premio, por culpa de un centro raso impreciso de Joselu.
A los de Xavi solo les faltaba la oportunidad definitiva para abrir la lata del partido. Precisamente, en el minuto 63 de partido Pacheco atajaba un remate a bocajarro y blando de Piqué, la primera ocasión manifiesta de gol del FC Barcelona.
Para sorpresa de los presentes, el técnico egarense inauguraría el carrusel de los cambios en el minuto 70 con la sustitución de su hombre más desequilibrante frente al Alavés, Ez Abde. En su lugar entraba un Nico que estrenaba su condición de futbolista del primer equipo azulgrana en LaLiga. Por el contrario, un Ferran con poco ritmo de competición seguía sobre el campo, a pesar de sus pocas intervenciones.
A falta de un cuarto de hora, el cambio de Nico y de dibujo táctico a la defensa de tres centrales estancaba al Barça en ataque. En el bando local, el Alavés despertaba y Joselu desaprovechaba otra oportunidad de esas que se lamentan al final del partido. Los azulgranas volvían a salvarse tras un cabezazo desviado del killer de Mendizorroza.
Los vascos no merecían la derrota, y aún menos en el tramo final del partido. Pero la flor que ya había acompañado a Xavi frente al Villarreal volvió a hacer acto de presencia en Vitoria. En el minuto 87 Ferran Torres recogía un centro al área de Jordi Alba, y ponía el pase de la muerte para que Frenkie de Jong rematara a placer. Para más inri a una victoria muy sufrida, el Alavés gozaría de un último remate a puerta, directo a las manos de Ter Stegen. Triunfo por uno a cero para un Barça gris frente a uno de los rivales más débiles de la competición.
Frenkie de Jong y su renacer más deseado - INIESTAZO
febrero 5, 2022 @ 4:05 pm
[…] victoria sobre el pitido final ante el Alavés fue de oro de mil quilates para el Barça, gracias a los tropiezos del Real Madrid, Sevilla, […]