Domingo de fútbol en Mendizorroza y minuto 87. Son las claves del reencuentro de Frenkie de Jong con la portería y de una supervivencia culé a la desesperada, en su búsqueda apremiante por llegar al podio de La Liga. Que el holandés suba el marcador (11 goles en su haber) es sinónimo hasta ahora de victoria blaugrana: amuleto e insignia de fe, el Barça ha saldado con victoria todos y cada uno de esos encuentros desde la llegada del centrocampista desde el Ajax.

Esta victoria sobre el pitido final ante el Alavés fue de oro de mil quilates para el Barça, gracias a los tropiezos del Real Madrid, Sevilla, Atlético y Rayo en la misma jornada. Un chute de energía que se espera que se extienda hasta el propio Frenkie, que no niega el bache futbolístico que atraviesa esta temporada. «Creo que puedo demostrar más. Ha habido momentos en los que he estado en mejor y en peor forma, pero creo que puedo aportar mucho más al equipo. Puedo sobresalir mucho más», en un ejercicio de autocrítica tras acabar el encuentro del que salió como salvador.

El equipo celebrando el gol «in extremis» que daba la victoria en los últimos compases. Fuente: Getty Images

Así, tras la gran apuesta económica que realizó el club por su adquisición en 2019, el jugador asumió la necesidad de sacar un mayor provecho de su rendimiento individual, ante la irrupción de talento en el medio campo desde La Masía y su consecuente descenso de minutos.

Aprovechó también para revindicar su ambición rechazando el conformismo, especialmente el que se vivió en el entorno culé tras la última derrota contra el Madrid. Recalcó que un club como el Barça no se puede permitir victorias morales en ninguna temporada, y menos ante el eterno rival: “Se dijo que debíamos estar orgullosos. A mí me da pena decir que estamos orgullosos después de perder contra el Real Madrid. Somos el Barça y no podemos estar orgullosos después de una derrota». Algunos aficionados y medios interpretaron estas palabras también como un “recado” a Laporta, que bajó al vestuario para subir los ánimos de la plantilla y alabar su actuación pese al resultado.

Frenkie y Memphis, el dúo que causó sensación en pretemporada y que busca reinventarse. Fuente: Getty Images

Su mal momento en el equipo ha sido la raíz de numerosos rumores de su salida del Barça en este mercado de invierno, en dirección a clubes como el Bayern. Ante las dudas sobre le compromiso del neerlandés, Frenkie ha querido dejar claro ante NOS Sports el amor que siente hacia el club y el nuevo proyecto: «no es el mejor en este momento, pero sigue siendo el club más bonito del mundo”. De Jong ofreció estas declaraciones tras caer en Copa ante el Athletic, un bache más en una temporada de construcción en la que las aspiraciones culés parecen abocadas al fracaso. Además, aprovechó para restar importancia a su no titularidad en ese encuentro, dispuesto a asumir diferentes roles en la cambiante dinámica del club.

La temporada no está perdida y los objetivos están claros: levantar orgullosos la Europa League y acceder a puestos de Champions League de cara a la siguiente campaña. Y Frenkie, con la confianza inquebrantable de Xavi en su potencial, desea recuperar al que fue en Holanda y reivindicar sus galones en la jerarquía del equipo. Dejando los fantasmas de inseguridad y desánimo atrás, lo conseguirá. Talento y barcelonismo le acompañan en su gesta.