Llegaba el día. No salía el sol sobre el Johan, pero las chicas del Barça estaban listas para brillar. Un doblete de Lieke Martens sirvió para que, tras sufrir durante 90 minutos y dejar un global de 3-2 en la eliminatoria, se pudiera celebrar efusivamente el pase a la final de Göteborg.
Desde el primer minuto y con el aliento del público de fondo, las azulgranas salieron a morder. El resultado de la ida les favorecía, pero sabían que el PSG dejaría espacios que necesitaban aprovechar. Líneas altas, presión intensa y en zonas de ataque, dominio de balón y control de los tiempos. Esos eran los mandamientos de las de Lluís Cortés, que, a los diez minutos de comenzar, ya le estaba siendo eficaz el plan. Leila puso por alto un balón, superando dos líneas rivales para dejar a Martens, con un control exquisito, perfilada sobre su derecha para cruzarla al otro palo de la portería parisina. Genialidad que inyectaba de moral al cuadro catalán y que atemorizaba al PSG, necesitando dos goles para darle la vuelta al marcador.
Se cambiaban los papeles ambos equipos y fue desde el primer tanto cuando las francesas arriesgaron aún más, pues necesitaban meter algo más de intensidad y ritmo si querían penetrar la zaga culé. Al margen del arbitraje, con algunas jugadas dudosas como ya veríamos en la ida, el Barça seguía resistiendo. Aitana ejerció de líder en el centro del campo, y junto a Alexia, arrancaron algunas jugadas de peligro que vendrían a la media hora. De hecho, fue la propia capitana la que abrió a la banda para Graham Hansen, que con sutileza y desequilibrio, centró para poner en bandeja el balón a Martens en el punto de penalti, que remató a placer y ponía el 2-0.
Pero rozando el descanso y ante la relajación de las azulgranas, llegaba un último córner para las parisinas. De nuevo, jugada a balón parado que acaba en gol rival. Martens no consigue despejar y el rechace fue aprovechado por Formiga y Katoto, que se adelantaron a Leila y superaron a Paños, que poco pudo hacer. Los nervios aumentaban y otro gol del PSG hubiera supuesto la eliminación, y cualquier empate desde ese momento, también. Al Barça solo le valía la victoria.
La segunda parte, también sufrida, comenzó con un derribo en el área por parte de la meta Endler a Alexia, jugada la cual pasó inadvertida y acabó en córner, pues la colegiada consideró que la portera tocó balón primero. Seguía sufriendo el Barça, tanto que se complicó con un error de Pereira, jugadora que vio amarilla y se perderá la final. Sandra Paños tuvo que intervenir en varias jugadas, y fue decisiva como en los cuartos ante el Manchester City.
Pero a las culés le quedarían algunas opciones más, aunque sin suerte. Dos palos seguidos por parte de Jenni y Marta a falta de veinte minutos supusieron todo un infierno para las de Lluís Cortés, a las que le entraba la desesperación sin poder cerrar el marcador. Tocaba mover ficha y para los minutos finales, Mariona, Hamraoui y Oshoala oxigenaron la media y el ataque azulgrana. Finalmente, hubo premio.
Tras una eliminatoria en la que el Barça sufrió como nunca, la historia les vuelve a regalar una nueva final de Champions, esta vez en Suecia. El Johan estalló de alegría y pasaron a celebrar un momento único, que se deberá culminar el 16 de mayo.