Cuando estoy muy bien me digo: “Acuérdate de este momento”. Ese donde todo va bien: la universidad, tu salud y tu gente. Momentos así merecen su valoración, su debida valoración. El estar bien está muy infravalorado. Luego cuando pasas por esos momentos malos te acuerdas de la bendita y añorada normalidad.

El pequeño Ansu está en problemas. MARCA
Lesión de Ansu Fati: Marca

Algo así debe pensar Ansu Fati. Ese que debutó con 16 años con el primer equipo blaugrana. Muy pronto deslumbró. La gente no vería al mejor Barça, pero estaba Ansu, el pequeño Ansu. La juventud, el desparpajo, la ilusión. Adjetivos que definen un juego que prometía una revolución. La revolución del pequeño Ansu.

Hoy el joven canterano se encuentra parado por culpa de una rodilla izquierda que le lleva dando problemas desde noviembre del año pasado. Desde entonces tratamientos que no tratan y operaciones que no reparan. Es más, a día de hoy ya se habla de una nueva operación. El pequeño Ansu tiene problemas. Son problemas que muchas veces obviamos en el deporte de élite. Vemos a los jugadores sonreír, levantar títulos, subirse al podio y cruzar la línea de meta. Decimos: “De mayor quiero ser como ellos”. Lo decimos con entusiasmo. ¿Quién no querría una vida así?

El futuro: Goal.com

Sin embargo, son pocos los futbolistas que no tienen una historia de superación detrás. Esa que daría para series y series. El éxito tiene su precio, un precio que no solo no trae descuento, te exige como el que más. “Esto te va a salir caro”, pues eso. El deporte de élite es así.

¿Lo peor? El miedo. El jugador en circunstancias así no puede evitar pasar miedo. Quien te dice que esto no es el final. “Yo de esta no salgo”. Somos humanos. Nos puede la inseguridad. Contaba Cristina Cubero en Mundo Deportivo que Ansu Fati se desesperaba al ver, de nuevo, inflamada su rodilla. Quiere volver, pero no puede. Quiere esa ansiada normalidad que no supimos, tal vez, capturar; valorarla de verdad, debidamente. Porque son muchos los jugadores que tuvieron un futuro garantizado que no llegó por capricho del presente. ¿Si pasa lo mismo con Ansu?

Una estrella que está en peligro: Mundo Deportivo

Son dos los motivos que le invitan a uno a ser optimista. Dos es simplicidad. Dos está bien. Por un lado, el pequeño Ansu es eso, pequeño. Es joven y el cuerpo de un adolescente tiende a la recuperación. Costará más o menos pero la edad juega a su favor. Además, el 22 del Barça tiende a la sorpresa. Le gusta superar lo ya inamovible. En un año batió todos los récords posibles. Es más, es muy probable que haya batido el récord de batir récords. Por otro lado, está el plano médico. El jugador está rodeado de los mejores médicos del mundo. Hablamos, por ejemplo, de Antonio Maestro. Un experto en la materia. Su opinión y conocimiento jugarán un papel muy importante en la futura decisión que hoy ronda la cabeza de los Fati: “Operar o no operar”.

Es el pequeño Ansu. Está en problemas. Eso sí, la lógica le hace a uno pensar que llegará el día en el que nos acordemos de esto y al verle jugar digamos: “Acuérdate de este momento”.