Mal día para el barcelonismo. Hoy el Barça no ha estado a la altura de las circunstancias, y ha caído en casa, contra el Frankfurt. Adiós a la Europa League, y a las buenas sensaciones que encadenaba el conjunto de Xavi partido tras partido.

De buena tarde ya se podía prever el ambiente infernal que se viviría esta noche en Barcelona. Los medios apuntaban que más de 20 mil aficionados del Eintracht se habían desplazado a la capital catalana para apoyar a su equipo, de los cuales, solo 5 mil podían tener entrada en el estadio. La realidad ha sido muy dentro del Camp Nou. Cerca de 30 mil ultras alemanes han podido entrar, y se han hecho con el Camp Nou desde el minuto 0. Un hecho insólito e histórico, a la par de vergonzoso por todos aquellos que lo han permitido.

El Barça se ha visto acomplejado por el ambiente de buen inicio. El penalti de benjamines de Èric Garcia sobre Lindstrom en el minuto 2 de partido así lo reflejaba. Kostic ha engañado a Ter Stegen y ha desatado la euforia del Camp Nou. Es la primera vez que se celebra un gol rival así en casa. Pero no ha sido la última, desgraciadamente.

Pocos jugadores se salvan de este Barça en el día de hoy. En general, todos los jugadores del conjunto alemán ganaban los duelos físicos, y atormentaban la defensa blaugrana con sus contraataques. Los de Xavi, pese a tener el control del balón, no han estado cómodos en ningún momento, y en ataque ha sido nulos. Más allá de internadas de Dembélé por banda derecha, en general no ha habido peligro serio para la portería de Trapp.

Y, por si no fuera poco, cualquier ánimo blaugrana se ha desvanecido con el segundo gol alemán. Un zapatazo increíble de Borré desde fuera del área, y en carrera, que ha entrado por la escuadra siendo imparable para Ter Stegen. Segundo estallido de euforia en un Camp Nou, que en ningún momento ha parecido el estadio del Barça.

La segunda parte ha comenzado con el peor escenario posible para el día de hoy: la grada de animación culé se ha retirado a modo de protesta por la cantidad de aficionados rivales en las gradas. Un hecho que ha durado 10 minutos. En cuanto han vuelto los supporters del Barça es cuando mejor juego han tenido los de Xavi. Pero, por desgracia, con juego solamente no se gana, y en una jugada aislada, Kostic ha sentenciado la eliminatoria con el tercer gol. Los jugadores del Eintracht se sentían como en casa, y así lo han demostrado celebrando el tercero.

Kostic celebrando el tercero con unas gradas repletas de alemanes. FUENTE: Getty Images

La reacción del Barça ha llegado tarde. En el 85, el VAR ha anulado un gol de Busquets por fuera de juego, pero 5 minutos más tarde, el de Badía ha repetido con un buen chut desde fuera del área. Los jugadores han empezado a creer, y con ellos, la grada del Camp Nou. Los aficionados del Eintracht se han mostrado nerviosos, y más aún cuando, en el minuto 100, Soares Días ha señalado penalti sobre Luuk, recién ingresado al campo. Otro sustituto acabado de entrar, Memphis, ha sido quién se ha encargado de transformar la pena máxima – con incertidumbre, encima, ya que Trapp ha parado pero el balón ha sobrepasado la línea de gol.

Pero no ha habido tiempo para más, pese a que de los 9 minutos de descuento se hayan jugado realmente 5. Eliminación más que merecida de un Barça que hoy ha estado nulo. Primero la afición alemana, y luego los propios jugadores del Eintracht se han comido a los culés en su propia casa. Ahora hay que levantar cabeza para afrontar lo que resta de temporada.

Lo que es urgente es buscar responsables de lo sucedido hoy en el Camp Nou. Es inadmisible que haya habido 30 mil aficionados rivales en casa. Y para vergüenza, la imagen que se ha visto en el estadio culé durante la media hora posterior al pitido final. Los jugadores del Frankfurt se han quedado sobre el césped a celebrar con los aficionados, y la imagen de ver el Camp Nou lleno de ultras rivales es impactante.