João Félix despertó de su hibernación para darle tres puntos a su equipo. Entró por un Fermín muy desgastado y, apenas tres minutos después, se inventó un pase picado que dejó a Raphinha mano a mano con el portero. El brasileño no falló. 1-0 y tres puntos vitales para engancharse a la Liga.
Un Montjuic lleno de turistas recibió a los recién llegados de las selecciones con lluvia. Ambiente frio, pocos entrenamientos y un Las Palmas sediento de sangre: el escenario perfecto para resbalarse. Por ello, Xavi Hernández, que cumplió sanción, no se guardó nada: los buenos, a jugar. Excepto João, que salió desde el banquillo para resolver el encuentro a golpe de varita.
“No me gusta hablar de titulares y suplentes, pero João es un jugador importante, estoy muy contento con él”, explicaba Xavi en la rueda de prensa post partido. El tecnico alabó el rendimiento de sus futbolistas pese a las bajas, aunque lamentaba la falta de efectividad. Pero el pase de Félix fue tan perfecto, tan medido, que Raphinha no puedo hacer otra cosa que gol. Hoy, turno del Madrid.