Cuando el Barça planificó la posición de lateral izquierdo a principios de verano, tenía un plan coherente. Jordi Alba seguiría siendo el titular pero, esta vez sí, tendría competencia de verdad: Marcos Alonso iba a llegar a un equipo que parecía que, por fin, se regiría por la meritocracia. Plantilla nueva, en pleno cambio de ciclo: perfecta para hacerse con el puesto. Pero, el Barça aún no sabía que la pretemporada le obligaría a cambiar la configuración entera de dicho lateral. Un nuevo contendiente se iba a sumar a la carrera por la titularidad y, pese a partir con desventaja, se iba a ganar la confianza de Xavi.

El técnico se encontró con tres sorpresas en la pretemporada que no esperaba: la no llegada de Marcos, la baja forma de Alba y el sorprendente rendimiento de Balde al que, quizás por descarte, le dió galones. Y el canterano respondió. La pretemporada del lateral fue excelente, por números, rendimiento y sensaciones. Ahora, ya con Marcos en el equipo y pese a Múnich, parece que Balde es la apuesta de Xavi para el lateral izquierdo.

Alejandro Balde (Photo by Sergio Ruiz / Pressinphoto / Icon Sport)

El canterano es lo contrario de todo lo que el Alba actual representa. Por edad, forma, mentalidad y momento en la carrera. Jordi transmite pasotismo, nostalgia. Balde, explosividad y ambición: puro fuego. En un sistema táctico que le arropa, el lateral ve potenciadas todas sus virtudes. Su velocidad le hace poderoso en la llegada al espacio y en el repliegue a campo abierto y su imaginación en los últimos metros hacen de él un jugador muy peligroso.

Pero no es suficiente. Contra el Bayern, Xavi optó por Marcos Alonso, sin apenas entrenamientos, por delante de un Balde que llegaba enchufado. Y es que, pese a las buenas sensaciones, el canterano aún debe probarse en las grandes noches. Pasar el exámen definitivo, después de tanto entrenamiento. Entonces, y solo entonces, el lateral será suyo.