Nueva prueba de fuego para el Barça B y para Sergi Barjuan. El equipo, que rozaba los puestos de descenso, necesitaba una victoria como agua de mayo para aliviar la tensión de la tabla y relajar la presión sobre el técnico catalán. Para ello, el equipo por fin contaba con la dupla llamada a salvar al equipo: EZ Abde y Ferran Jutglà. La pareja de delanteros, tras la estancia en el primer equipo, tienen por misión sacar del atolladero al equipo filial, y en esta ocasión los acompañaría Gerard Fernández “Peque”, ya recuperado de sus problemas físicos.

También volvía a ayudar al equipo el portero Arnau Tenas, que tras entrar habitualmente como tercer portero en las convocatorias de Xavi, volvía para ganar algo de rodaje. Enfrente, un Alcoyano con las cosas muy claras. 4-4-2 clásico que, aunque sin su principal delantero, Mourad, pondría en aprietos al equipo de Barjuan.

 

La primera mitad, sobre el guion

El inicio del partido no fue nada más lejos de lo esperado. Un Alcoyano intenso espoleado por su afición y un Barça que intentaba dominar el partido. Lo consiguió en cierta medida, pero sin llegar al área en situaciones favorables. Los locales cerraban bien los espacios, y Abde no encontraba sitio para hacer de las suyas. Entrando en el ecuador del encuentro el Alcoyano se sentía cómodo sabiendo que tendría sus oportunidades para hacer daño, y lo consiguió minutos antes del descanso.

En un saque de esquina que el Barça B esperaba colgado al área, el Alcoyano jugó en corto, y Escudero definió con un tiro potentísimo al primer palo al que Arnau Tenas no tuvo tiempo de reaccionar. De nuevo los fantasmas se cernían sobre el cuadro culé, que se marchaba al descanso abajo en el marcador, jugando como visitante y en terreno hostil.

Jandro trabajó hasta que pudo brillar | CD Alcoyano

 

Ataque de inspiración

El filial del Barça entró a la segunda mitad creyendo que podía remontar, y para ello se encomendó a sus mejores futbolistas. Abde, que había estado discreto en la primera mitad, rompió el encuentro en dos minutos: primero, asistió para que Peque definiera con calidad y, dos minutos después, se inventó una jugada maradoniana que terminaba enchufando en la escuadra para culminar la remontada. Entre el 54’ y el 56’, el extremo marroquí le cambió la cara al partido, pero la inconsistencia del bloque hacía pensar que no sería el final del choque.

Cuando el Alcoyano se vio por debajo en el marcador empezó a generar ocasiones, especialmente a balón parado, y un centro lateral raso desde la derecha pasada la hora de partido no fue despejado por nadie, ni siquiera por Arnau Tenas, y terminó entrando en la portería visitante. El marcador maldito para el Barça B, 2-2, volvía a lucir en el electrónico cuando el partido entraba en la recta final.

 

Una bendición llamada Ferran Jutglà

Con un Barça que empezaba a perder la fe y un Alcoyano que daba por bueno el empate, el partido entraba en la fase decisiva. Justo entonces, Jandro Orellana, que había trabajado en silencio durante todo el partido, decidió sacar la cabeza para ver un gran desmarque de Jutglà. El pase, de una precisión clínica, dejó al delantero solo ante José Juan, y con un punto de picardía y otro de fortuna consiguió picarla por encima para dar la victoria al Barça B.

La épica que normalmente rescataba empates, en esta ocasión dio tres puntos al filial. El gol de Jutglà en el 88’ vale tres puntos, vale un respiro en la clasificación y vale una bocanada de aire para Sergi Barjuan, que estaba en el punto de mira. El Barça B consigue ganar tras 8 jornadas sin hacerlo. El Nàstic y el Andorra, próximos rivales, dictarán el rumbo del equipo.

Jutglà y Abde dieron el triunfo al Barça B | FC Barcelona B