Koundé, Araújo, Christensen, Balde: polivalencia, fuerza, pulcritud y fuego. Al fin, el Barça ha encontrado una línea defensiva como para competir en Europa. Y así lo demuestran los números: con su presencia, a veces interrumpida, escudados por un Ter Stegen renacido, los culés tan solo han encajado 6 goles en Liga. El buen acople de Koundé, la potencia de Araújo y la explosión de Balde han sido indispensables para ello. Pero, sin hacer ruido, el nuevo ‘15’ del Barça se ha convertido en uno de los mejores fichajes del verano y es ya un fijo para Xavi.
Andreas no pospone la alarma cuando suena el despertador. Se levanta, se ducha y se afeita, como todas las mañanas. Desayuna nueces y aguacate y nunca se marcha con la cama sin hacer. No por casualidad es de los centrales más pulcros de la liga. Su presencia en la zaga es el complemento perfecto para Araújo o Koundé, mucho más explosivos y expeditivos.
Christensen parece tímido, pero tiene personalidad y liderazgo para rato. Aparenta torpeza por su altura, pero es rápido para defender a campo abierto y hábil para sacar el balón jugado. Con 26 años, está en el punto exacto de madurez futbolística. Y Xavi se frota las manos. Ante la retirada de Piqué, los errores fatales de Eric y el desplazamiento de Koundé a la banda derecha, el danés se ha convertido en indiscutible.
A coste cero. Andreas fue uno de los ‘blues’ que zarpó el verano pasado en búsqueda de nuevas oportunidades. Eligió Barcelona y el club culé no tardó en ofertar para hacerse con semejante oportunidad de mercado. Sin embargo, su rendimiento ha traspasado la barrera del “complemento de plantilla”, para formar parte de la élite culé. Qué rápido etiquetamos a veces a los jugadores. Koundé, Araújo, Balde. Y Christensen. Ahora sí, una defensa para devolver al Barça donde le corresponde.