Cuando Busquets levantó el título de Liga, entre ovaciones, aplausos y confeti, una frase destacaba en el círculo central: “La Liga es nuestra, el futuro también”. Y ese futuro pasa por una talentosa generación de jugadores jóvenes, liderados por un Xavi Hernández que será el entrenador blaugrana de cara a la siguiente temporada. A continuación, repasamos su primera temporada completa al frente del FC Barcelona.

Contundencia en las áreas, una línea defensiva top y una ‘tecla’ que lo cambió todo: así se ha construido el primer gran título de la era Xavi. Sin brillantez, pero con una contundencia atronadora en el día a día forjada en las dos áreas.

Xavi Hernández en la celebración del título (Photo by Joan Valls/Urbanandsport /NurPhoto via Getty Images)

Un inicio irregular

La temporada arrancó con palancas, fuegos artificiales y promesas de títulos. Lewandowski venía a garantizar un día a día más plácido y los Koundé, Christensen y Raphinha, a hacer del Barça un equipo más competitivo, para esta temporada y para el futuro.

Sin embargo, el inicio resultó mucho más traumático de lo esperado. Pese a los buenos resultados en Liga, el equipo quedó fuera de la Champions en fase de grupos. Y es que aquel Barça no funcionaba, con tres principales problemas: un fútbol ultra-vertical, lejos del ideal que predicaba Xavi, demasiado peso de Dembélé en el juego, con un exceso de poder de decisión en zonas delicadas y ansiedad en los momentos clave de la Champions.

‘La tecla’ de Xavi

Pero, gracias al flojo rendimiento de los delanteros más allá de Lewandowski, Xavi repensó su estructura de equipo. Y entonces dio con la tecla. Balde le permitía prescindir del extremo izquierdo, para sumar un centrocampista más: Gavi. El nuevo sistema proporcionaba más libertad a Balde, con un Koundé más atado, más capacidad para controlar los partidos y Frenkie junto a Busi, para proteger al ‘5’ y potenciar al holandés.

Pero Xavi no solo encontró un sistema, sino también un once tipo, construido sobre una base defensiva muy sólida. El Balde, Christensen, Araújo, Koundé, Ter Stegen resultó infranqueable. Los 1-0 a favor se convirtieron en casi irremontables y, así, se construyó un colchón de puntos que valió un título. Luego, la baja de Pedri supuso una gran crisis a nivel de juego. Pero, gracias a una gran contundencia en la áreas, el equipo sacó los resultados.

Xavi, méritos y debes

Entonces, ¿cuáles son los grandes méritos de Xavi en todo esto? En primer lugar, la gran actitud que ha mostrado toda la plantilla, comprometida y con un grupo muy unificado, que respeta la posición del entrenador. Luego, los reinicios: en salida de balón y, sobre todo, en la presión: uno de los grandes baluartes de este equipo. Y, por último, ha sido una figura unificadora. Los medios y la afición han remado casi siempre en la misma dirección.

Y… ¿Cuáles han sido sus grandes debes? Sus estructuras tácticas han resultado demasiado rígidas para la máxima exigencia, donde la capacidad de adaptarse al contexto es clave. También ha tenido poca cintura para intervenir en los partidos desde la pizarra y cambiar el ‘Plan A’, además de una incapacidad de sobreponerse a la baja de Pedri.

En conclusión, el Barça ha logrado un merecidísimo título de Liga sin ser brillante, pero sí sólido. Xavi, por su parte, ha logrado crear una base de jugadores jóvenes, junto a algunos pesos pesados, sobre la que construir. Pero en la pizarra aún tiene mucho por crecer. Veremos lo que le depara el futuro al proyecto y al club.