«Tenemos que recuperarnos rápido, física y mentalmente porque es un golpe duro. En la Liga vamos líderes y hay que ir al Bernabéu tratando de seguir como líderes”. Esa fue la consigna de Eric García después de la debacle europea del miércoles en casa ante el Inter en vistas a una nueva edición liguera de El Clásico este domingo. Es cierto que, por motivos que aún se desconocen, desde hace varias temporadas el Barça ha dejado de ser el mismo en Europa que en la competición doméstica, y más aun cuándo se trata de El Clásico.

Porque un Barça – Madrid no es solo el partido que paraliza al mundo entero, sino que siempre supone un punto de inflexión para ambos equipos independientemente del resultado. Pasan las temporadas, los entrenadores cambian y aparecen nuevos jugadores, pero la rivalidad no para de crecer y un siglo después aún no conoce techo. Nunca se disputan solo tres puntos; la moral del equipo, el honor del club y el orgullo de la afición también están en juego.

Neymar, celebrando el segundo gol del 0 a 4 en El Clásico de la temporada 2015 – 2016 | Fuente: Getty Images

Es la segunda vez en este siglo que ambos equipos llegan empatados a puntos al choque en Chamartín; la última vez fue en la temporada 2009 – 2010, en la que el Barça de Pep asaltó La Casa Blanca con un 0 a 2 con goles de Messi y Pedro, y dio un golpe de autoridad para acabar llevándose una de las Ligas más ajustadas que se recuerdan. Doce años después la historia se repite y, pese a que el Barça es líder por diferencia de goles, la plaga de bajas por el ‘virus FIFA’ y la hecatombe del miércoles hacen que los de Xavi no lleguen con el cartel de favoritos.

Messi celebrando su gol bajo la amarga mirada de Cristiano en El Clásico de 2009 (0 – 2) | Fuente: Getty Images

Sin embargo, cabe recordar que la última vez que el Barça visitó el Bernabéu con las apuestas en contra fue justo hace medio año y a 15 puntos por debajo de los de Ancelotti. ‘La Xavineta’ justo acababa de arrancar y ya era el vehículo de moda, y esa noche dejó la marca de sus neumáticos de forma permanente en el verde de los blancos con un histórico 0 a 4, con goles de Araújo, Ferran y Aubameyang por partida doble.

La goleada supuso una inyección de moral para el equipo, que creyó en pelear por la Liga hasta que las matemáticas dijeran lo contrario, incluso después de haber llegado a estar en novena posición esa misma temporada. De acuerdo con los últimos resultados, la historia reciente favorece a los azulgranas en cuanto a victorias contra el eterno rival lejos del Camp Nou.

Pese a que el Barça cayó en las dos últimas visitas de Messi a La Capital, los azulgranas llevaban sin perder en al Bernabéu desde 2015. La racha no pudo empezar mejor; otro 0 a 4 con Suárez y Neymar a su mejor nivel y sin Messi en el once inicial. La temporada siguiente el astro argentino no solo fue titular en el partido, sino que también fue el titular de todas las portadas al día siguiente tras marcar el gol de la victoria para los de Luis Enrique en la última jugada del partido (2 – 3).

Messi celebra el gol de la victoria en El Clásico de 2017 (2 – 3) con uno de los gestos más legendarios de la historia fútbol | Fuente: Getty Images

La tendencia durante la era Valverde se mantuvo intacta; en el 2017 los del Txingurri se dieron un festín en Chamartín por Navidad (0 – 3) y la temporada siguiente ganaron en el Bernabéu de forma consecutiva en la misma semana, primero en Copa (0 – 3) y luego en Liga (0 – 1).

Ahora mismo la situación en Can Barça es crítica tras el varapalo en Champions, pero lo es aún más si tenemos en cuenta todos los cambios fallidos en la plantilla para evitar que Europa se convierta en un purgatorio. Lo que más necesitan los jugadores es una nueva dosis de motivación extra para encarar el resto de la temporada, y por ello están obligados a ganar en el Bernabéu. No solo para remontar el vuelo, sino para imponer su ley en Liga y en la Biblia de los Clásicos. La tarde del domingo apunta a ser otra más para el recuerdo dentro de los libros de historia del fútbol.