Más allá de las pruebas realizadas con la alineación, si algo ha quedado claro en los cinco partidos de pretemporada que ha disputado el Fútbol Club Barcelona, ha sido el derroche de calidad y seguridad que desprende Frenkie De Jong, una de las principales incorporaciones al equipo.
La pasada semana, De Jong presentó su candidatura a la titularidad con una actuación sobresaliente ante el Nápoles de Ancelotti. De sus botas surgió el segundo gol al más puro estilo culé asistiendo a Carles Aleñá, el cual realizó un pase en profundidad hacia Jordi Alba para que éste centrase el balón hacia Griezmann, quien se encargó de terminar la jugada. A su vez, asistió a Dembélé para que subiera al marcador el último tanto del encuentro.
Ernesto Valverde ha manifestado su confianza hacia el joven holandés refiriéndose a él como un “gran fichaje”, el cual, lejos de mostrarse algo titubeante y perdido al tratarse de un recién incorporado, se le ha visto muy cómodo sobre el terreno de juego, dejando entrever que el estilo culé le resulta más que familiar.
Pese a realizar una pretemporada en la que se perfila como una de las principales bazas del equipo, sigue estando en el aire si finalmente será titular, y en caso de serlo, en qué posición jugará. Uno de sus principales puntos fuertes es su capacidad para desempeñar más de un puesto en el mediocampo, pudiendo jugar tanto de interior como de pivote, posición que ha ocupado preferentemente en estos cinco partidos.
Tras haber disputado unos doscientos cincuenta minutos con la camiseta azulgrana, ha conseguido enamorar a la afición culé con su delicadeza, su visión del juego, sus recortes, su elegancia y su capacidad de liderazgo, cualidades más que atractivas para un jugador tan participativo y con tanta proyección.
Si bien es cierto que en los últimos meses el debate ha girado en torno a Griezmann y Neymar, el joven proveniente del Ajax le ha devuelto la ilusión a este Barça que aspira a ganarlo todo. Ha reforzado el centro del campo y sobre todo, ha llegado para recuperar esa esencia tan característica del Barcelona.
La incorporación de la estrella holandesa completa las filas del equipo blaugrana dotándole de una mayor versatilidad, al mismo tiempo que potencia el inicio del juego y la posesión del balón. La efectividad de sus pases y su evidente entendimiento con la delantera culé, son los cimientos para poder recuperar ese juego asociativo que tantas alegrías nos ha dado en la última década.