La rutina de lo extraordinario
“La excelencia es una virtud, talento o cualidad, lo que resulta extraordinariamente bueno y también lo que exalta las normas ordinarias”. En el deporte, especialmente en el fútbol, es difícil mantenerse en la cima sabiendo que todos tienen un mismo objetivo. Con el Barça nos hemos acostumbrado a los títulos, las goleadas y los récords.
El equipo ha vivido todos los escenarios posibles desde su creación; en un primer momento no era reconocido como una sección del FC Barcelona, cuando lo fue, la apuesta era paupérrima. Poco a poco se le fue dando su sitio en un deporte históricamente “de hombres”, hasta que en 2015 se les atribuye el lugar y la importancia que merecen. Es ahí, cuando nace una apuesta seria y certera, donde cambia por completo la historia de esta sección y del fútbol femenino en general.
Hay cosas que los títulos no pueden comprar, como el sentimiento de pertenencia hacia un club, el amor por los colores, el peso de un escudo o el sentir de una afición que ha sido un ejemplo para el mundo entero. El Barça ha decidido escribir su propia historia dentro del fútbol femenino, y suma ya varios capítulos y unos cuantos ejemplares vendidos.
No hay equipo en el panorama actual que despierte tantas pasiones. No existe una vinculación tan grande entre las jugadoras y los aficionados, que ya no van al campo con la camiseta de Messi, Suárez o Pedri, sino que lucen con orgullo el nombre de Alexia, Mapi o Aitana. Y es así, como dentro de una burbuja que todavía sigue teniendo cierto recelo al ver a una mujer vestida de corto dando patadas a un balón, consiguieron poner el nombre del club en lo más alto, convirtiéndose en el referente de tantos niños y niñas que ansían ser como ellas.
La actitud, el compromiso y el buen hacer de este equipo es innegable. Se han caído y consiguieron levantarse aún más fuertes. Fallaron y aprendieron de sus errores, se auto exigieron hasta tal punto que nunca nada parece suficiente. Han entendido lo que significa jugar en el Barça, siendo conscientes de lo que pesa esta camiseta cada vez que se la ponen.
Este equipo pasará a la historia por muchas razones. La más evidente y cuantificable, los títulos y récords. La segunda, por el impacto social que ha generado, no solo en el Camp Nou sino allá donde van. La tercera, por tener entre sus filas a la mejor jugadora del mundo, que se dice pronto, pero sobre todo por ser el fiel reflejo de la forma que tenemos de entender el fútbol.
A los culés no nos hacen falta títulos para justificar que somos del Barça, el sentimiento va mucho más allá, pero hoy celebro esta liga, celebro la vuelta de Alexia, las más de 5000 personas que han ido al Johan y las 72.000 del otro día en el Camp Nou. Celebro la revolución que está generando este equipo y que les haya hecho replantearse tantas cosas a aquellos que decían que el fútbol femenino no merecía reconocimiento, pero por si algún día las cosas cambian, por si no siempre nos encontramos en la cima sino que volvemos a emprender el camino para llegar a lo más alto, si no ganamos todo lo que nos gustaría o la moneda no sale cara, esto ya no nos lo quita nadie. Y recordad, ser del Barça siempre, siempre, siempre es la mejor de las opciones.