El Barça empató con el Galatasaray en la ida de los octavos de final de la Europa League. Un partido marcado por la posesión sin precisión ofensiva de los culés, y ante un rival que creció a medida que pasaban los minutos. Xavi Hernández apostó por un once inicial joven, dando descanso parcial a veteranos como Busquets y Piqué, en el regreso de Memphis al once titular y con De Jong como dueño del mediocampo blaugrana.
Arranque eléctrico
El Barça tuvo un inicio de partido enérgico, y encadenó ataques rápidos por los laterales, con una banda izquierda que fue de más a menos. De Jong se encontraba cómodo en su posición, Pedri dejaba destellos de su calidad y Adama volvió loco a Patrick van Aanholt, el lateral izquierdo visitante, superándolo en muchas oportunidades, pero sin acertar en los centros.
Pero el rival no viajó a Barcelona para ponerlo fácil y no solo la defensa del equipo turco supo neutralizar el peligro en su área, sino que además el Galatasaray pudo dar un golpe al partido. En el 35’, el delantero Akturkoglu se escapó regateando y falló el disparo entrando en el área blaugrana.
Fue una advertencia clara para los culés, que no concretaban su buen juego con goles. No fue la única de los turcos, que ganaron confianza con el transcurso del partido. En cualquier caso, la superioridad del F.C. Barcelona no se trasladó al marcador y ambos equipos se fueron al descanso sin goles y con la sensación de que el Galatasaray subía la dificultad con el paso de los minutos.
La reacción de Xavi
Xavi está demostrando ser un entrenador sin miedo a mover las fichas rápido cuando el equipo no funciona. Y así lo hizo en el descanso, dando entrada a Busquets, Piqué y Dembélé en el lugar de Nico, Araújo y Ferran. La entrada de los dos capitanes era una prueba de lo imprescindibles que siguen siendo en el equipo; por otra parte, la aparición del extremo francés era la forma de reactivar la banda izquierda, donde la dupla Ferran-Memphis no había funcionado.
Los cambios se notaron y el Barça acorraló al Galatasaray en su campo, pero sin encontrarse con el gol y con un Iñaki Peña notable en la portería. Aubameyang sustituyó a Memphis, pero seguía sin cambiar la suerte. Un Adama inspiradísimo dejó un centro en el área que ‘Auba’ quiso resolver de chilena y tras un toque de De Jong, el balón dio en el poste y murió en las manos del portero.
En la siguiente jugada, el Galatasaray marcó un gol en un contraataque que Gomis finalizó perfectamente ante Ter Stegen. Pero el VAR repasó la jugada y señaló fuera de juego. Se sentía en las gradas la creciente ansiedad culé por el gol. Un gol que no llegó.
El Galatarasay sale vivo del Camp Nou y deja al Barcelona con la obligación de ganar en Turquía. Vuelven a aparecer síntomas de falta de gol en un equipo que parecía haber superado sus problemas en ataque. En cosas como la efectividad en los saques de esquina tendrá que trabajar Xavi para seguir compitiendo en los partidos importantes.