Nuevo pinchazo del Barça en Liga (1-1) que lo aleja aún más de los deseados puestos de Champions. Los de Xavi no entraron del todo bien al partido, imprecisos con balón y bastante estáticos sin él, dejaron que el Granada se creciera con el paso de los minutos. En los primeros minutos amenazó más el Granada que el Barça que no lograba dar más de dos pases seguidos para crear una jugada de gol.

Dani Alves ejerciendo de líder. Fuente: Getty Images

Con el paso de los minutos el equipo de Xavi fue desgastando al Granada y encontró espacios sobre todo por la derecha con Dembélé. El francés lo intentó una y otra vez, pero prácticamente todos los intentos acabaron en pérdidas de balón o disparos al cielo de Los Cármenes. Mientras Busquets buscaba desesperadamente los movimientos de sus compañeros al espacio y a la espalda aprovechando los huecos que dejaba Luuk de Jong, la falta de movilidad de sus compañeros provocó la escasez de ocasiones de gol. Eric desde atrás intentó encontrar a sus compañeros entre líneas, pero el Granada se mantuvo muy estrecho y con las líneas muy juntas evitando la fluidez en el juego del Barça.

El Barça echó en falta algo más de pausa en la creación. Solo Nico intentó aportar algo diferente y supo leer cuando debía ensanchar al equipo o atraer marcas para liberar a Dembélé. Tras el descanso, el Granada volvió a salir con más hambre y más personalidad que el Barça. Pero, Dani Alves sacó la varita a pasear y colocó un centro medido para que Luuk de Jong volviera a demostrar el nivel de confianza que tiene y adelantase a los de Xavi en el marcador.

Luuk celebrando el gol con Gavi. Fuente: Getty Images

Pocos minutos después, Xavi decidió hacer cambios. El de Lenglet por Eric fue obligado, pero la entrada de Memphis y Abde no tuvo efecto en el juego culé. El Barça perdió el control y, para colmo, perdió a un jugador con la expulsión de Gavi. El Granada olió sangre y fue a morder. Un partido más, el Barça en lugar de dominar el partido a través de la posesión, apretó los dientes y se echó atrás. A veces hay que sufrir, pero no siempre. Hasta que a la salida de un corner Puertas le abrió los ojos a este nuevo Barça y empató el partido. Los de Xavi no pudieron reaccionar, anímicamente se vinieron abajo y con un jugador menos todo era cuesta arriba. El Barça se ha vuelto a dejar dos puntos a pesar de ponerse por delante por no ser capaz de controlar el partido.