Un Barça irreconocible en la segunda mitad dejó escapar el partido y la eliminatoria tras haber cuajado una gran primera parte. El equipo llegaba a Old Trafford con fatiga acumulada y con bajas difíciles de cubrir, como las de Pedri y Gavi en el centro del campo, y la de Dembélé en el extremo. Xavi tuvo que improvisar un once con los jugadores que tenía disponibles, apostando por la ‘BACK’, Sergi Roberto y Kessié para darle continuidad al efectivo bloque de cuatro centrocampistas y con Raphinha acompañando por la derecha a Lewandowski.
El Manchester United quiso aprovechar en menos de un minuto dos balones perdidos; en el 2’, con un uno contra uno de Bruno Fernandes que ter Stegen sacó bajo palos y, un minuto después, con un centro envenenado del volante portugués que se fue desviado.
La presión alta, el marcaje individual y el juego duro de los ‘red devils’ incomodaron a los de Xavi, que tuvieron muchas dificultades para avanzar líneas con el balón jugado. Solo Balde y sus eléctricas incursiones por la izquierda permitían al Barça coger un poco de aire.
La insistencia del lateral dio sus frutos en el minuto 15, cuando forzó un penalti tras ser agarrado del brazo por Bruno Fernandes. Lewandowski no tuvo piedad y fusiló a De Gea que, pese a adivinar el lugar, no pudo evitar que el balón entrara fuerte arriba a la izquierda.
El gol enchufó a los azulgranas, que aumentaron la intensidad en la presión y en buscar el peligro por ambos carriles. Por la izquierda, Balde salía a la contra con metros por delante; por la derecha, Kessié y Raphinha buscaban combinaciones a la espalda de Luke Shaw.
Xavi parecía tener el partido dónde quería, pero la intensidad del United no cesaba y el Barça volvía a precipitarse en la toma de decisiones. En el 35’, Fred avisó con otro centro con veneno que puso a los azulgranas de nuevo en alerta. Sergi Roberto y Kessié tuvieron el segundo antes del descanso tras un error de De Gea en el despeje, pero Casemiro se anticipó en dos tiempos.
La sensación de control llevó al exceso de confianza y, solo dos minutos después de empezar la segunda parte, Fred aprovechó una pérdida de balón del Barça en la salida para volver a igualar la eliminatoria. Despertó el United y despertó todo Old Trafford.
La intensidad del partido aumentaba con el paso de los minutos y en el 58’ se armó una tangana tras un feo pelotazo de Bruno Fernandes a un De Jong en el suelo tras recibir una falta previamente. Xavi hizo el primer cambio en el 69’, dando entrada a Ferran por Sergi Roberto, para proteger al centrocampista de Reus de una posible segunda amarilla y para buscar más las bandas volviendo al 4-3-3.
Sin embargo, Antony rompió el empate en el 72’ con un disparo desde la frontal colocado al palo largo de ter Stegen tras una serie de rebotes. Justo un minuto después. Ansu Fati ingresó por un Raphinha lejos del nivel mostrado en la ida. El Barça necesitaba reaccionar tras el desempate y el doble cambio si quería tener opciones de cara al tramo final de partido.
En el 81’, Marcos Alonso entró por Araújo que, pese a mostrar gestos de dolor en el abductor durante la segunda parte, fue clave para evitar la debacle total en la segunda mitad. El árbitro añadió tan solo cinco minutos en los que el Barça no tuvo tiempo de enmendar todas las imprecisiones que finalmente le costaron el partido y la clasificación a la siguiente ronda, dando así por finalizada su andadura en Europa esta temporada.