Empate a uno del FC Barcelona en el Sánchez Pizjuán. A pesar del punto sumado, los azulgranas mejoraron la imagen de los anteriores partidos y rozaron la victoria ante uno de los favoritos de LaLiga, el Sevilla de Julen Lopetegui. De hecho, los sevillanos son los únicos capaces de seguir la estela del Real Madrid, con la segunda plaza en el campeonato doméstico. Como es costumbre, al Barça le faltó clarividencia y acierto en los últimos metros.

Xavi volvía a confiar de inicio en Ferran Jutglà como nueve, escudado por Dembélé y Abde en las bandas. Del mismo modo, un Gavi indiscutible acompañaba a De Jong y Busquets en el medio campo. En la línea defensiva, Araújo se ponía el mono de trabajo en el carril derecho y Alba en el lateral izquierdo. Eric García y Piqué componían la pareja de centrales.

Los primeros instantes del partido ambos equipos mantuvieron un ritmo de juego lento sobre el campo, sin ocasiones. El Barça seguía fiel a su idea de asfixiar la salida del balón de los sevillistas con una presión alta. Las posesiones primaban sobre los contraataques. Una tarjeta amarilla de Busquets por cortar una transición ofensiva del Sevilla, y un par de disparos desviados de remates de Ferran Jutglà y De Jong, lo más destacado en el cuarto de hora inicial.

A pesar de no inquietar al guardameta Bono, el Barça disponía del dominio del partido, acaparando la posesión y los acercamientos al área rival. Aun así, el primer susto del choque lo dieron los locales, con un gol anulado de Rafa Mir, que recibió el esférico en claro fuera de juego. La defensa azulgrana estaba alineada prácticamente en la línea divisoria del centro del campo, mientras que el delantero se había adelantado unos metros para recibir libre de marca.

A la media hora de encuentro, el Sevilla convertía el dominio azulgrana en estéril. Tirando de estrategia, los andaluces arrastraron a los futbolistas del Barça al primer palo en un córner. Desde la frontal llegaba un Papu Gómez mal cubierto por Abde, y aprovechaba el envío raso de Rakitic para poner el primer gol del partido. Los sevillistas golpeaban primero mediante su primer disparo entre los tres palos.

Al filo del descanso, Ronald Araújo pagaba al Sevilla con la misma moneda, por medio de un córner. El charrúa se elevaba por encima de la zaga andaluza y remataba al palo largo, un balón cruzado e imposible para Bono. El Barça hacía justicia, con el empate a uno y salvaba los muebles sobre la bocina. Si bien el central uruguayo no se había proyectado apenas en ataque, poco acostumbrado a actuar de lateral, metía de pleno a los azulgranas en la contienda con una jugada aislada. Por segundo partido consecutivo, Dembélé asistía a un compañero en un saque de esquina.

A la salida del túnel de vestuarios los locales ponían el pie en el acelerador, en la búsqueda de adelantarse en el luminoso por segunda vez. Los hombres de Lopetegui activaban una presión alta para provocar el error en la salida de balón del Barça. El tiempo, una lluvia intensa sobre el Sánchez Pizjuán, alimentaba la epicidad del choque, en el que los sevillanos tenían una oportunidad propicia de aproximarse al Real Madrid en la tabla.

Sin embargo, el partido comenzaba a torcerse para los andaluces en el minuto 64 con la expulsión de Jules Koundé, que perdía los papeles en la banda y propinaba un pelotazo a Jordi Alba con la intención de agredirlo. El de l’Hospitalet aprovechaba el regalo y caía con el fin de agravar la agresión. El francés dejaba huérfano el lateral derecho de los hispalenses. Tras la tarjeta roja, la tensión escalaba con el paso de las jugadas, cada vez más al límite de la legalidad. 

Gavi se perderá el duelo del Barça frente al Mallorca por acumulación de tarjetas | Getty Images

Entre tanta pausa llegaba el carrusel de cambios a falta de 20 minutos para la conclusión.En el Sevilla entraban al campo En-Nesyri y Gudelj, por Rafa Mir y Rakitic. El delantero marroquí regresaba después de mes y medio de baja por una lesión muscular. En tanto, Xavi introducía a Nico y Lenglet en el lugar de Jutglà y un Eric García lesionado. 

Los últimos diez minutos el Barça puso toda la carne en el asador y adelantó líneas, encasillando a los sevillistas en el área. Tanto Dembélé en un clásico disparo con rosca del francés, como Gavi con un remate de cabeza tuvieron ocasiones de adelantar al equipo de Xavi. El técnico egarense, sabedor del peligro de los centros que surtían el ‘mosquito’ y Abde, introdujo a Luuk de Jong para disputar los últimos minutos, y disponer de algún remate franco de cabeza.

No obstante, marcador no se movería más. El Sevilla resistió el asedio del FC Barcelona y los de Xavi se quedaron con la miel en los labios. Los hispalenses se sobrepusieron a competir media hora en inferioridad numérica. La buena noticia, que los azulgranas están en condiciones por competir a los grandes equipos de LaLiga. La mala, un punto que sabe a poco y las amonestaciones de Gavi y Busquets, baja por acumulación de tarjetas en Mallorca. Dosis de confianza para finalizar el año en la séptima plaza, a dos puntos de los puestos de Champions League.