El Bayern de Múnich llega al cruce de cuartos con las apuestas a su favor y los ánimos por las nubes. No cabe ninguna duda de que el jugador clave para resolver dicho partido no está precisamente en las filas del club bávaro, es un tal Leo Messi y viste de blaugrana. Sin embargo, algunos se atreven a poner por delante de este a Robert Lewandowski, que lleva más de cincuenta goles en lo que va de temporada. Efectividad pura por parte del polaco. Pero, ¿es tan favorito el equipo alemán a nivel de juego?

La portería del cuadro alemán estará bien defendida por Manuel Neuer. El alemán destaca principalmente por su capacidad de anticipación a los movimientos de los delanteros debido a su buena colocación bajo palos y, sobre todo, por sus reflejos.

En cuanto a la defensa, presenta varias incógnitas de cara a este encuentro: la zaga de centrales parece que será liderada por Boateng, destacado por su envergadura, pero también por su lentitud ante los movimientos de los atacantes contrarios. A su lado, está la duda de si jugará Alaba, como de costumbre, o Süle: posiblemente el defensa más lento y débil de toda la zaga bávara. No obstante, parece que este acompañará a Boateng solo si Davies no logra estar a punto para el encuentro a causa de unos problemas en los aductores.

La presencia de Davies en el lateral izquierdo es vital para el conjunto de Flick, ya que el estadounidense sabe medir bien en qué momento oportuno ha de cambiar de velocidad y ahí no hay quien lo pare. No obstante, en sus subidas, la defensa bávara deja un importante hueco en esa zona al intentar ampliar la zona cubierta defensivamente con menos efectivos. El lateral derecho es otra de las incógnitas como consecuencia de la lesión de Pavard. En un principio, por delante de Odriozola, el elegido sería Kimmich: uno de los jugadores más importantes del equipo durante toda la temporada tanto a nivel físico como de control del juego. Por el flanco derecho, teniendo en cuenta las subidas de Jordi Alba, puede hacer mucho daño con hueco al espacio tanto para sus subidas como para concederle opciones de amplitud al equipo y profundidad en los movimiento ofensivos de Gnabry.

Respecto al centro del campo, el Bayern utiliza dos pivotes bastantes diferentes: si no contamos con la presencia de Kimmich, el ‘pelotero’ elegido sería Thiago quien, formado en La Masía, es conocedor de sobra del juego del conjunto blaugrana y sabe cuán importante será para la resolución de la eliminatoria el control de esta zona del campo. A su lado, contará con Goretzka, un jugador muy diferente al español, ya que este destaca por por su capacidad de llegada, parecida a la de Arturo Vidal, por su despliegue físico tanto para ayudar en defensa como para presionar en la salida de balón del contrario. Cuando el equipo junta sus líneas, este joven alemán es el anclaje del eje bávaro. El recambio de ambos de cara a la segunda parte serían Coutinho y Tolisso: ambos de perfiles muy parecidos a los mencionados anteriormente.

Por delante, los tres puestos serán ocupados por Gnabry en la derecha y  Coman en la izquierda, aunque podría salir Perišić. Entre ambos, la sorpresa de la temporada del equipo: Müller. El veterano alemán ha conseguido evolucionar su juego dando un paso hacia atrás, involucrándose así más en la creación de juego, aportando su experiencia y sorprendiendo luego también en ataque. Por último, quien no cabe duda de que liderará la delantera del equipo alemán será Robert Lewandowski: el polaco ha estado cerca de hacerse con la bota de Oro, lleva trece goles esta temporada en siete partidos de Champions. Además, se maneja muy bien sacando a los centrales de zona para que Müller, o alguno de los extremos, aproveche el hueco generado por él para desmarcarse o, directamente, penetrar hacia la puerta rival.

El conjunto de Flick, con un sistema 4-2-3-1, llega en un gran estado de forma, pero no es el equipo temible de 2013. Muchos lo colocan como favorito y eso favorece al Barcelona, ya que le quita presión y motiva más a sus jugadores. El equipo alemán tiene suficientes armas para llevarse la eliminatoria, pero también posee flaquezas que el Barcelona puede aprovechar y a partido único nunca se sabe qué puede pasar.