El “Principito” vuelve a sonreír y, por ende, sonríe el barcelonismo. Desde su llegada, Antoine Griezmann no ha estado tan cerca de ser el futbolista que los culés esperaban hasta ahora. La confianza de Koeman, su recolocación en el campo y, sobre todo, su trabajo diario le están acercando a la regularidad que le puede permitir alcanzar su mejor nivel.
¿Por qué se le denomina “El Principito”? Cuando se inició en el fútbol, antes de que la Real Sociedad le diera la oportunidad, muchos equipos le rechazaron por su baja estatura, a pesar de la gran habilidad que tenía con el balón en los pies. Esto sumado a que físicamente tiene un gran parecido al personaje de la histórica novela de Antoine de Saint-Exupéry, denominada “El principito”, ha provocado que el delantero francés sea conocido con ese mote. Probablemente, a día de hoy, esos equipos que le rechazaron están echándose las manos a la cabeza por haber dejado marchar un gran talento como el del francés.
Tal vez no sea casualidad que el rendimiento de Griezmann haya dado un giro drástico tras su entrevista con Jorge Valdano. Pero, ¿qué ha cambiado en el Barcelona para que estemos viendo una versión diferente de Antoine?
En primer lugar, hay que dejar claro que su actitud nunca ha sido un problema, ya que el francés lo ha dejado todo en el campo desde el primer día. Tanto es así que una de las críticas que se le ha hecho es que el Barça no le había fichado para defender, sino para marcar goles. Ya quisiera más de un equipo y de un entrenador tener a un jugador tan solidario y comprometido en el repliegue, en la presión y en la defensa como lo es Antoine Griezmann.
Tal y como explicó en su entrevista, desde su llegada, se ha encontrado con tres entrenadores que le han colocado en tres posiciones diferentes del campo con instrucciones distintas. Esto ha complicado que el francés, que ya de por sí debía aprender una nueva filosofía y una manera de jugar totalmente diferente de la que estaba acostumbrado en el Atlético de Madrid, pudiera adaptarse con mayor facilidad.
Pero, a día de hoy, parece que todas esas dudas han quedado atrás, que está más integrado y unido al vestuario que nunca, que tiene la confianza del entrenador y que se encuentra a gusto en el terreno de juego. Todo esto está saliendo a la luz en las últimas actuaciones del francés con la camiseta del Barça. En lo que va de temporada, ha contado con minutos en doce encuentros, anotando cuatro goles y dando dos asistencias. Pero, las sensaciones futbolísticas más recientes son totalmente novedosas.
Ronald Koeman está alternando la posición del francés con la de Leo Messi. Ambos ofrecen su mejor versión en la misma zona del campo, pero es prácticamente imposible renunciar al mejor del mundo para dejarle el sitio a Griezmann.
El holandés ha dado con la tecla al incluir a un nueve puro, en este caso Braithwaite, ya que esto le permite establecer la alternancia de la posición de mediapunta y de la banda derecha entre Messi y Antoine. Los dos se encuentran liberados para participar libremente en la creación del juego y, como consecuencia de los movimientos de desmarque, de arrastre y de fijación de la defensa por parte del nueve, ambos pueden llegar por sorpresa en ataque, a veces entrando incluso desde la segunda línea.
Liberado en el campo, Griezmann ha ofrecido su mejor versión con la camiseta del Barça. Su continua movilidad en el terreno de juego le permite conectar mejor con Leo Messi, tanto entre líneas creando espacios, como en profundidad gracias a los desmarques del francés y los extraordinarios pases al hueco del argentino. A pesar de toda la polémica con la que intentan ensuciar su relación, Leo y Antoine demuestran su conexión y su buena relación donde deben, en el campo.
El Barcelona cuenta con dos laterales muy ofensivos como son Jordi Alba y Sergiño Dest. La amplitud de campo que ambos ofrecen, permite también que Antoine Griezmann tenga más espacio para desarrollar su recorrido futbolístico. En el tramo final de las jugadas ofensivas, el francés está encontrando con eficacia a ambos laterales y esto, teniendo arriba a un nueve puro, facilita la sorpresa de cara a gol tanto para los movimientos del delantero centro dentro del área como para la llegada en segunda línea principalmente de Antoine y de Leo, pero también de algún centrocampista.
Son numerosas las ocasiones que Griezmann está teniendo para marcar esta temporada. Bien es cierto que solo lleva cuatro goles, pero ha tenido oportunidad de hacer muchos más. Aún así, ha anotado goles que han dado puntos como el tanto frente al Alavés que metió al Barça en la lucha por los tres puntos. Más allá de las cifras, la clave está en que el francés siga teniendo ocasiones porque solo así podrá aumentar su confianza y su estadística goleadora.
Lo más importante es que “El Principito” se está encontrando a sí mismo en el campo, está demostrando su unión con toda la plantilla y está en el mejor momento de confianza y de desparpajo desde que llegó al equipo culé. El francés quiere triunfar en el Barça, la afición quiere disfrutar con él y el Barcelona necesita del talento y del despliegue futbolístico del campeón del mundo, Antoine Griezmann. Su suerte es la de todo el barcelonismo.