Ter Stegen – 4,5: otra debacle más en la que el guardameta alemán poco puede hacer en tres acciones de gol en las que la defensa le deja solo ante el delantero. Puso tres buenas manos antes del tercer gol que podrían haberse traducido en un resultado mucho más abultado.

Bellerín – 3: fue el jugador que más sufrió atrás. Habilita los dos goles del Bayern perdió la marca con Mané en el primer gol y no llega a alcanzar a Choupo-Moting en el segundo. Muy impreciso en sus subidas al ataque; malas ejecuciones en las entregas arriba.

Koundé (67’) – 4,5: salió muy nervioso y estuvo errático en casi todas las decisiones que tomó. Tampoco estuvo fino en uno de sus mayores fuertes atrás como es la salida de balón. Sin embargo, tuvo que sacrificarse para enmendar los errores posicionales de sus parejas de baile en la defensa, tanto en la zona derecha como en el eje central.

Marcos A. – 3,5: partido poco vistoso del defensa. Fue más destacado por sus excursiones hacia el ataque que por sus intervenciones en defensa, y así fue como sufrió en varias ocasiones para mantener la posición. Deja entrar solo a Pavard en el tercer gol.

Balde – 7: el jugador más activo del equipo durante todo el partido. El joven lateral volvió a destacarse por sus carreras por el carril izquierdo marca de la casa y fue sin lugar a duda el que más empeño le puso y el que más lo intentó. Poco a poco va afianzando su titularidad en partidos de alta exigencia.

Sergio (58’) – 3,5: en partidos de alta intensidad dónde el equipo rival sale a presionar arriba y quiere jugar a correr se ve superado en casi todas las facetas del juego. Acabó la primera mitad con varias pérdidas y una amarilla.

F. De Jong – 4: tuvo una pérdida peligrosa en campo propio al inicio del partido, pero fue el único centrocampista que pudo superar algunas líneas de presión del conjunto bávaro durante los primeros 45 minutos. En la segunda parte se desinfló.

Pedri (58’) – 4,5: noche apática para el canario. La presión alta del centro del campo bávaro casi no le permitió entrar en el poco juego que generaron los de Xavi y, cuándo tuvo oportunidad de hacerlo, se notó que no estaba cómodo. En la segunda parte pudo desenvolverse con un poco más de soltura, pero fue sustituido a la hora de partido.

Kessié – 3,5: se suponía que su entrada en el once era para emular las funciones de Gavi, pero ni ha ido a presionar arriba correctamente ni ha realizado conducciones incisivas. Está claro que Pablo solo hay uno y a Franck le está costando encajar en el juego del equipo.

O. Dembélé (67’) – 6: salió revolucionado como de costumbre en este tipo de enfrentamientos de alto voltaje, pero sin embargo fue el jugador más activo del Barça en la primera parte. Solidario atrás, empezando jugadas y muy eléctrico arriba, siendo un dolor de cabeza para Davies. Sin embargo, el francés se fue diluyendo durante la segunda mitad hasta ser sustituido.

Lewandowski (81’) – 5: noche gris para el polaco que, como en el partido de ida, no pudo ser localizado por sus compañeros en el ataque y, cuándo fue encontrado, o no estuvo acertado o fue superado por un De Ligt muy contundente. Provocó un penalti que pudo haber trasformado de no haber sido anulado posteriormente por el VAR.

Ferran (58’) – 5: fue el revulsivo más activo del equipo. Buscando balones e intentando buscar conducciones desde una posición poco habitual para él, pues jugó como mediapunta. Eso sí, sin fortuna en los metros finales.

Raphinha (58’) – 4: su misión fue la de buscar centros al área, pero Davies estuvo encima de él y no le permitió moverse con comodidad.

Eric (67’) – 4: prácticamente no tuvo incidencia en el juego, aportación discreta del central.

Ansu Fati (67’) – 4: tuvo la ocasión más clara en ataque del Barça con una conducción entre la defensa alemana que no supo finalizar ante Ulreich.

Pablo Torre (81’) – NF

Xavi – 3: Quiso repetir la idea del domingo, pero cada partido es diferente y está claro que el Bayern no es el Athletic Club. Sin Gavi y sin Sergi Roberto el equipo ha notado la falta de intensidad en la presión y de control atrás que permitió las subidas al ataque en bloque del conjunto de Nagelsmann. Se equivoca en el cambio de Raphinha por Pedri, pues debió haber sido Kessié el sustituido, ya que en la segunda mitad el canario estaba empezando a aparecer. En cuanto al juego del equipo, se vio que nunca hubo una idea clara más allá de tocar e intentar encontrar huecos en la compacta defensa bávara para intentar adentrarse en el área sin éxito. No se recuerdan muchos partidos en el Camp Nou en los que el Barça no haya tirado entre los tres palos.