Maria León ‘Mapi’, recibió el lunes, junto a Keira Walsh, Lucy Bronze y Alexia Putellas, quién también gano su segundo ‘The Best’ consecutivo, su primer reconocimiento internacional individual por parte de la FIFA: el de formar parte del mejor once de futbolistas del mundo. Un premio que llega tarde, pero llega, y una medalla más, pero no la última, para la que para muchos es la mejor central del mundo.

Por una alfombra verde extendida en el centro de París caminaron las futbolistas del once ideal de la FIFA el pasado lunes. Entre esos pasos, una irrupción; la de Maria León recibiendo, por fin, el galardón que tanto merecía, un premio que llevaba su nombre escrito desde que la aragonesa se convirtió en el cerrojo de un Barça que reina en Europa.

Entre focos, galardones, y rostros laureados del deporte rey, una niña que empezó a jugar al futbol sala en su ciudad natal y que jugó de extremo antes de convertirse en defensa, recibía el premio a estar entre las mejores centrales del mundo. Maria León (Zaragoza, 1995) llegó a Can Barça en 2017 procedente del Atlético de Madrid para convertirse en la primera futbolista española por la que la sección femenina del Barça pagó un traspaso (50.000€). Mapi llegó entre la neblina de fichajes de renombre como Toni Duggan o Lieke Martens y poco a poco, pero a pasos agigantados, firmó con su nombre la parcela izquierda de la defensa, y el resto será algún día historia.

Mapi cuenta que aterrizó en el verde después que el director deportivo del Zaragoza, su primer club, la viera “revoloteando” por un supermercado con su familia. Pero detrás de lo que puede parecer una bonita y divertida casualidad hay horas de trabajo, sacrificio, y su objetivo de no rendirse, nunca. Dicha persistencia la llevó a firmar una primera temporada con nota en el conjunto culé, participando en 29 choques ligueros y ganando su primer título con la camiseta blaugrana. Ya en su segunda temporada (2018/2019), fue titular indiscutible, disputando casi 40 partidos, y siendo una pieza clave de un Barça que cogía carrerilla para ser lo que hoy es. Ya en el siguiente curso, Mapi se había consolidado como el motor y la referencia de una defensa por la que han pasado distintas compañeras pero en la que ella se ha mantenido, des de su llegada, insustituible.

La central, quizás algún día tatuadora, debido a su pasión por los tatuajes y el arte, ha ido sumando minutos temporada tras temporada hasta ser, actualmente, la jugadora más usada por Jonatan Giráldez. Hasta hoy, y a sus 27 años, Mapi puede presumir de un palmarés blaugrana con dos Copas de Cataluña, cuatro Copas de la Reina, dos Supercopas de España, tres Ligas, y una Champions League.

Mapi Leoón recibiendo el guardón de la FIFA en París. Fuente: Instagram @marialeonn16 

Pero para ser el corazón de la zaga hay que tener algo único. Un talento que encaje entre tanto talento como encajan las piezas de un puzle, y así se entiende la figura de León. La pulcritud hecha defensa, la elegancia como método infalible para frenar a las rivales, calma, seguridad, destreza, convicción. Mapi sale al corte como quién ha nacido para ello, anticipa las jugadas antes que puedan suponer un peligro, es garra para ganar todos los balones aéreos y es la reina del ‘tackle’. Una defensora con mayúsculas, pero también una brújula para la construcción del juego colectivo. Con una salida de balón impoluta y un magnífico desplazamiento, del Barça como anillo al dedo, Mapi suele empezar la mayoría de jugadas del equipo de su izquierda. De hecho,  aun siendo defensa, la ‘4’ del Barça es la jugadora de la Liga F con más pases al último tercio del campo, la segunda con más pases progresivos realizados, la segunda con más distancia progresiva de pase y la segunda con más toques. Pero no solo eso, de su bota se han celebrado numerosos goles, muchos de falta directa, o de disparos de los que se envenenan, como el que abrió la lata de un Camp Nou repleto contra el Real Madrid. 

Mapi es puro nervio dentro y fuera del césped, pero es esencial para entender este Barça, su éxito, su juego. Es referente, también, dentro y fuera de un verde que se ha hecho suyo, y en el que predica con el liderazgo que su posición le requiere. Sin embargo, su presencia y solidez en un equipo que ha acariciado el cielo no le ha bastado para recibir un reconocimiento que debería haber llegado antes. Mapi ha figurado en el once ideal de la FIFA por primera vez y es, tres varias temporadas dando el máximo nivel, el primer trofeo individual que recoge, además de haber estado incluida una vez en el equipo ideal de la Champions que la sección femenina del club guarda en sus vitrinas (2021).

Con el guardón, -que también recibieron Alex Morgan, Beth Mead, Sam Kerr, Alexia, Lena Oberdorf, Keira Walsh, Wendie Renard, Leah Williamson, Lucy Bronze y Mary Earps-, quizás empiece una nueva era. Una era de la que las culés forman parte y en la que viajan a velocidad de transatlántico. Una era dónde el futbol femenino destaca por su verdad y su calidad, y una era de la que el Barça, el club con más presencia en once, lleva el timón. Quizá sea el inicio de un esperado reconocimiento que finalmente llega para la que es, posiblemente, la mejor central del mundo.