Desde el 2015 el Barça femenino atraviesa la mejor época de la sección. Con la profesionalización de la misma vinieron los títulos, las finales de Champions, los fichajes internacionales y la defensa de un modelo de juego que no deja indiferente a nadie. En este contexto, la consagración de una plantilla continuista ha sido clave a la hora de establecer ciertos automatismos y consolidar un equipo unido y con buena sintonía. Una de las piezas fundamentales de este proyecto ha sido y es Mariona Caldentey.
Mariona es una jugadora tremendamente infravalorada por la opinión pública. Olvidada en cada lista de nominadas a algún premio individual, no suele salir en la foto ni se lleva todas las miradas, pero siempre está dónde y cuándo se la necesita.
Su impacto en el buen hacer del equipo es incontestable. Su capacidad de superación, su constancia y su generosidad la han convertido en un elemento esencial en los logros recientes del Fútbol Club Barcelona. Mariona trabaja en silencio, hace ese trabajo sucio tan poco agradecido y vistoso, pero indispensable. No importa la posición en la que se coloque, ten por seguro que el equipo agradecerá su presencia en el campo.
Generosa en las ayudas, colaborativa en labores defensivas y con una visión de juego y una capacidad asociativa al alcance de muy pocos, es una jugadora completísima a la que no solo la definen las cifras de goles y asistencias que alcanza al final de temporada ya que lo que aporta en el campo y en el vestuario va mucho más allá.
La temporada pasada fue especialmente dura debido a las lesiones y la fatiga. En 2020/2021 no tuvo descanso ni con el club ni mucho menos con la selección y al año siguiente tuvo que apartarse de los terrenos de juego durante más de 4 meses por culpa de 2 lesiones, ambas con la selección española (octubre 2021, lesión en el 4º metatarsiano y febrero 2022, lesión en los isquios).
Este año con la salida de Lieke Martens y la lesión de Alexia Putellas se esperaba ver a una Mariona más protagonista, y así ha sido. El inicio de temporada de la mallorquina no podría haber sido mejor. Es la jugadora con mejor balance de goles (4) y asistencias (5) hasta la fecha. Ha sido titular en 4 ocasiones (habiendo descansado en el último partido de liga contra el Betis féminas) y acumula 440 de los 540 que se han disputado. Ha marcado y ha asistido tanto en liga como en Champions, dejándonos auténticos golazos (como el del Madrid CFF) y jugadas para el recuerdo (como la asistencia a Oshoala frente al Benfica). Además, es la jugadora que ha credo más ocasiones de gol en la Finetwork Liga F (dato de Stats Perform).
Para el Barça y los culés es un lujo tener a alguien como ella en la plantilla. Mariona continuará trabajando en silencio pero nosotros intentaremos que se la valore y reconozca un poco más.