Ya están allí. El Barça ha reservado su billete a la final de la Copa de la Reina este próximo sábado 18 de mayo contra la Real Sociedad, equipo al que acaban de ‘enchufarle’ siete goles a domicilio en la Liga F. Un paso más hacia repetir el ansiado triplete de la 2020/21 que se escapó la temporada pasada solamente por una alineación indebida. Y ‘treble’ para que el que habría que pasar también, por supuesto, por la gran clausura europea en San Mamés tan solo siete días después de la final de Copa.

Se menciona Bilbao como la única final en el mapa de momento porque, como de costumbre, aún no se conoce la sede de la Copa de la Reina. Actitud habitual en una RFEF que prefiere dejar pasar semanas antes de hacer las cosas fáciles a los aficionados y aficionadas de ambos clubes, conociendo ya que sus equipos se jugarán el trofeo pero sin poder aventurarse a reservar transportes y hoteles cuando aún, como reiteraba Jonatan Giráldez anoche en rueda de prensa, estén medianamente económicos. Habrá que cruzar los dedos y rezar, como si de un ritual de la lluvia se tratara, para que ese estadio caiga del cielo más pronto que tarde.

La afición del Johan nunca falla a una cita. Fuente: @FCBbasket

Y sobre el partido de ayer. Vuelta aparentemente sencilla en casa, en el Estadi Johan Cruyff, ante algo más de 5.200 espectadores y con un mullido colchón de tres goles de la ida cosechados precisamente en el estadio que acogerá la ansiada gala de la Champions. Donde fuiste feliz siempre regresarás, deben pensar las futbolistas blaugranas, de cara a ese 25 de mayo. Con la baja de última hora de Cata Coll, Giráldez dio la titularidad a Paños y un once titular con algunas apariciones menos habituales como Bruna Vilamala, pensando precisamente en esa ventaja y en el durísimo calendario. Descanso completo así para Irene Paredes, Graham Hansen o Keira Walsh, que presenciaron el partido no menos nerviosas desde el banquillo.

Enfrente, un Athletic Club siempre calloso, que se atrevió a proponer en ataque y a mantener el balón hasta que a Mariona le dio por abrir la lata en el minuto 20 aprovechando un error de la defensa bilbaína. Chutó una vez, rechazó la guardameta, y a la segunda la pistolera franqueó el fondo de la red para dar una ventaja casi inesperada a las culés. Las jugadoras se marcharon al descanso sin haber brillado, pero con la sensación de tener momentáneamente los deberes hechos.

Nuevo ‘guijarrazo’ salvador de Patri. Fuente: @FCBbasket

Las visitantes castigaron y cosecharon el premio a su actitud con el empate de Pinedo pasado el minuto 60. Giráldez decidió que era hora de meter a la caballería, y entre coros de ‘Alexiaa, Alexia’ introdujo a Putellas en el terreno de juego junto a Rolfö y la jovencísima Dragoni. Nuevos minutos de rodaje para las recién dadas de alta de cara a la parte importante de la temporada, cuya entrada se hizo notar sobremanera en la actitud del resto de compañeras. Con Mariona y Salma aún muy incisivas en ataque pero unas Torrejón y Bronze algo despistadas en defensa, Patri Guijarro salió al rescate -de nuevo en el lugar adecuado, en el momento adecuado- para devolver la ventaja a las locales en el marcador. Vuelta a la tortilla al rumbo del partido en siete minutos desde la inclusión de cierta catalana y sueca.

Esmee Brugts, que puso todo su empeño junto a Vicky López durante su cuarto de hora de juego para dar descanso a las ‘pistoleras’, arrebañaba un balón botado de falta por la Balón de Oro de Sant Pere para poner el tercero. Un tanto anulado que no empañó la actuación eléctrica de una holandesa de la que se esperan, como de Vicky, cosas muy grandes. Y ‘cap’ a la final.