El Barcelona afrontaba el partido ante el Alavés con la obligación de ganar para seguir en la lucha por La Liga. Pero, debía hacerlo con el equipo menos usual teniendo en cuenta el duelo de Champions ante el PSG. Koeman le dio la oportunidad a los jóvenes y estos, capitaneados por Messi, han dado un auténtico espectáculo en el Camp Nou.
El holandés ha apostado por los menos habituales en el día de hoy, pero no les ha dejado solos porque a la cabeza del equipo ha ido Leo Messi que, en la noche de hoy, ha igualado a Xavi Hernández en cuanto a número de partidos disputados en la historia de La Liga (505). El Alavés planteó un partido físico, duro, con las líneas muy juntas, ayudas constantes y la línea defensiva adelantada. La clave del partido era la velocidad a la que los jugadores del Barça movieran la pelota y, salvo en pequeños tramos del partido, lo hicieron a la perfección.
El Barça ha sido amo y dueño del partido de principio a fin, pero el Alavés ha podido hacer daño en las transiciones. Hasta la primera media hora de partido, a los de Koeman les ha costado encontrar claras ocasiones de gol debido la gran trabajo defensivo del Alavés. Pero, Messi y Riqui Puig se empeñaron en dar un espectáculo fuera como fuese. Riqui ha aprovechado la oportunidad de Koeman para coger la batuta del centro del campo y, apoyándose en Busquets e Ilaix, ha sido el encargado de hallar los espacios, tener la paciencia para mover la pelota hacia el camino correcto y darle fluidez al juego.
Durante la primera parte los espacios eran muy reducidos y el Alavés estaba muy cómodo entregando las bandas hasta que Mingueza, a la media hora de partido, aportó la profundidad que estaba faltando, ganó la banda para poner un gran centro que llegó a los pies del debutante, Ilaix Moriba, que con toda la calma del mundo, dio un pase para que Trincao cediera el balón al fondo de la red. Una vez entró el primero, el Barça se quitó el agobio de encima y empezó a disfrutar del control del balón. Messi pudo hacer el segundo tras un fantástico desmarque de Griezmann que el VAR anuló con mucha polémica. Al argentino es mejor no picarle si quieres tener opciones en el partido. Unos minutos más tardes, el astro argentino cogió el balón, recortó y disparó con rabia un chut que, tras golpear en el palo, supuso el segundo gol del Barça antes del descanso.
El partido parecía estar resuelto para el Barça. Koeman dio descanso a Busquets por Umtiti pensando en el PSG. Pero, un inocente error de Ilaix Moriba acabó en gol de Rioja que recortaba distancias para el Alavés. Koeman, cabreado, no quería que un partido que había controlado el Barça en todo momento pudiera acabar en susto, así que sacó a Pedri por el debutante Ilaix. Momento en el que el partido cambió por completo y todos aquellos espacios que antes no habían aparecido, Pedri los alumbró. El centro del campo blaugrana dirigido por De Jong, Riqui Puig y Pedri prometía espectáculo y, cuando estos se unieron a Leo Messi entre líneas, comenzó el festín. El argentino detectó las zonas más vulnerables de un Alavés cada vez más cansado de correr detrás del balón y se situó como el león que a punto de cazar a su presa. A veinte minutos del final, Pedri puso un pase antológico en profundidad a Leo para dejarle en mano a mano con Pacheco, pero este falló y al rechace llegó muy atento Trincao para anotar su primer doblete como culé. Con dos goles de ventaja, el Barça siguió ambicioso en busca de más con los jóvenes muy enérgicos y Pedri disfrazado de veterano controlando el centro del campo.
Si había alguien con ganas de ir a por más ese era Leo Messi que, dos minutos después del gol de Trincao, molesto por haber fallado el mano a mano, sacó la escuadra y el cartabón para poner en la escuadra de Pacheco un zapatazo descomunal. El Barça estaba disfrutando y el Alavés estaba muy cansado para ser tan eficaz en defensa. Los de Koeman, comandados por Leo y codirigidos por Riqui y Pedri dieron muestras de estar disfrutando en el campo. A falta de diez minutos para el final, Riqui, Pedri y Messi combinaron para que el argentino cediera en profundidad a Griezmann por la derecha un balón que acabó empujando Júnior por la izquierda tras una fantástica jugada de equipo. Las sensaciones no podían ser mejores en ataque. Messi volviendo a demostrar por qué es el mejor de la historia, Pedri brillando una vez más, Riqui dando muestras de su calidad y todo el equipo unido en una piña.