El Barça visita al Nápoles en la enésima “final” de la temporada. El cuadro azulgrana se juega el pase a octavos de final tras el empate a uno en el Camp Nou. El conjunto de Xavi Hernández pagó en exceso la falta de acierto de cara a portería y encarará el encuentro de este jueves a las 21 horas como un duelo a vida o muerte.
El primer asalto de este playoff se saldó con tablas. Pero para el Nápoles aquel empate tuvo sabor a victoria. El conjunto italiano solo dispuso de cuatro ocasiones en todo el partido, dos de ellas en la jugada del gol. De hecho, en la segunda parte, los azzurri solo finalizaron un disparo entre los tres palos, directo a las manos de Ter Stegen.
Como es costumbre las últimas temporadas, el Barça necesitó 20 tiros para marcar un solo gol, de penalti. Es más, solamente Ferran Torres dispuso de más oportunidades que todos los jugadores del Nápoles. El extremo realizó seis disparos, uno de ellos, a puerta. La mayor parte de sus oportunidades pudieron terminar en gol, por lo que solo la falta de puntería evitó la victoria azulgrana.
A pesar de la importancia de la eliminatoria, diarios como el Sport afirman que la prioridad de Xavi es la Liga. El técnico egarense prefiere amarrar la clasificación a la próxima Champions mediante un cuarto puesto en la competición doméstica. Por ello, Ferran Torres apunta a suplente esta noche. El entrenador azulgrana prefiere reservar al valenciano para el partido del domingo frente a un Athletic en pleno crecimiento.
El once probable de Xavi guarda algunas similitudes con el equipo que salto al campo en Mestalla. En la línea defensiva, Ter Stegen estará protegido por Gerard Piqué y Ronald Araújo. Las alas de la nave azulgrana volverán a ser Jordi Alba y Sergiño Dest. El medio campo lo integrarán el tridente de Frenkie, Busquets y Pedri. Las puntas de lanza azulgranas esta vez serán Gavi, que aportará más presencia en la sala de máquinas, Aubameyang y Adama. La titularidad de Dembélé frente al Valencia propicia un posible cambio de cromos con Adama ante el Nápoles. De todos modos, el ‘mosquito’ tiene todas las papeletas de saltar al campo en la segunda parte como refresco junto a Ferran.
El equipo azulgrana necesita, de una vez por todas, efectividad en la portería rival. El Nápoles firmó un partido muy discreto en ataque, y anotó en su segunda llegada. La fragilidad defensiva todavía es el principal talón de aquiles del Barça, cuyos rivales apenas necesitan una ocasión para perforar la portería azulgrana. Sin embargo, con la abolición de la norma de los goles fuera de casa, el gol en el Camp Nou no otorga ventaja a los azurri en la vuelta. Así, el Barça competirá en igualdad de condiciones.