Llegó de Las Palmas siendo un niño y pensaba que tendría que salir cedido para volver al Barça hecho un hombre. Frotó sus botas y le demostró a Ronald Koeman que, a pesar de tener dieciocho años, era el líder que el equipo necesitaba en el centro del campo. Luis Enrique supo ver su talento entre tantos pseudoexpertos que le tachaban de sobrevalorado y el canario respondió echándose la Selección Española a la espalda en la Eurocopa y los JJOO. Ahora, Xavi lo quiere convertir en más que un mero distribuidor de juego.

Pedri celebrando su gol contra el Espanyol. Fuente: Getty Images

La temporada pasada disputó cincuenta y dos partidos con el Barcelona, anotó cuatro goles y dio seis asistencias. Pero, lo cierto es que Pedri se hacía notar por donde podía porque el equipo no estaba bien trabajado, así que lo mismo le tocaba distribuir juego junto a Busquets que llegar al área para marcar. Eso ha cambiado. Xavi tiene muy claro lo que quiere de sus interiores: que sean determinantes con goles y pases de gol.

Xavi sabe mejor que nadie lo diferente que es jugar en el centro del campo del Barça más adelantado de lo normal: el pivote tiene todo el juego de cara cuando recibe el balón, mientras que el interior debe aprender a recibir de espaldas, a controlar la situación cuando la presión llega antes que incluso el balón y, sobre todo, a cómo ser determinante desde una posición que le obliga a dar pases clave de gol y también a llegar al área para marcar goles o ensayar el disparo lejano. En este contexto futbolístico, Xavi quiere sacar lo mejor de Pedri.

Pedri haciendo magia ante Carrasco. Fuente: Getty Images

Desde que volvió de su lesión, estamos viendo una nueva versión aún mejor del canario. Ya nos había demostrado que sabe dirigir y organizar al equipo en todas las fases del juego, solo le estaba faltando marcar la diferencia en tres cuartos de campo. Xavi le ha dado la indicación táctica de jugar más adelantado y esto ha cambiado la zona de influencia del canario. Ahora no solo es clave en la construcción cuando baja a ayudar, sino que también es determinante en la frontal con pases claves de gol e incluso llegando al área para anotar.

Su conexión con uno de los nuevos fichajes, Ferran Torres, está brillando. Se entienden a las mil maravillas y se buscan por todo el campo. Con la llega de Adama al equipo, Ferran se ha desplazado al extremo izquierdo y, para dejar el carril libre a Jordi Alba, tiende a lanzar diagonales por dentro y en el camino casi siempre se encuentra a su mejor aliado, Pedri González. En el último partido ambos protagonizaron una de las mejores jugadas de la temporada: Pedri inició el juego estirando al equipo en salida, frenando en seco en medio campo para quitarse la presión de encima y tras volcar el juego a la banda derecha, ambos aparecieron en el área para culminar una preciosa acción: Pedri cedió de tacón a Ferran, pero este no encontró portería.

Ferran y Pedri celebrando un gol. Fuente: Getty Images

No obstante, sin duda la pareja más ilusionante la forma junto al otro mini líder prematuro: Gavi. Se encuentran, conectan, entienden el juego de la misma manera, son los que más pelean y los que, de momento, mejor están sabiendo plasmar la magia de sus botas en el terreno de juego. No solo serán importantes esta temporada para Xavi, sino también en el Mundial para Luis Enrique. Ellos ya son el presente y el futuro.

Pedri y Gavi recibiendo indicaciones de Xavi. Fuente: Getty Images

Le tacharon de sobrevalorado después de volverse indiscutible en el Barça y en la Selección con tan solo dieciocho años. Él respondió ganando el Golden Boy consagrándose como el mayor talento del mundo del fútbol. La mejor versión de Pedri aún está por venir porque resulta difícil imaginar cómo jugará con veinticinco años si con tan solo diecinueve ya demuestra semejante madurez técnica y táctica. Pero, la mejor noticia para la afición culé es que Pedri solo quiere triunfar en el Barça. Hay canario para rato.