Pedri y Trincao no son dos meras incorporaciones. En lo que concierne a Pedro González, “Pedri”, el canario de diecisiete años ha llegado al Camp Nou para cumplir su sueño como culé de nacimiento: su abuelo fundó la primera peña barcelonista de Tenerife en Tegueste y, allí, en su ciudad natal, a su familia le llaman “los culers” y “los catalanes”. Aunque su padre le enseñaba vídeos de Laudrup, Pedri siempre tuvo claro a quién tomar como referente: Andrés Iniesta.

En la pasada temporada, Pedri fue el futbolista que más minutos jugó, disputando treinta y seis partidos con La UD Las Palmas, llevando las riendas del equipo con tan solo diecisiete años y dejando jugadas para enmarcar. En septiembre de esta misma temporada, el canario se convirtió en el goleador más joven de la historia de la UD Las Palmas anotando contra el Sporting de Gijón. Pero, ¿por qué debe quedarse en el primer equipo del FC Barcelona?

El canario puede jugar en cualquier posición del centro del campo y está mostrando en la pretemporada su capacidad para regatear con un único control o incluso con el posicionamiento del cuerpo. No es solo un jugador asociativo, sino que también puede jugar por fuera porque sabe buscar los espacios, tiene llegada y gol. Sus controles orientados, la manera que tiene de asociarse y como se mueve con total comodidad y control del juego recuerdan a su ídolo, Andrés Iniesta.

El canario está mostrando una buena adaptación a la Filosofía Barça, parece que hubiera crecido en La Masía y ha mostrado gran entendimiento con los jóvenes que sí han salido de ahí como Riqui Puig. No obstante, habrá que ir despacio con él, aún tiene un gran margen de mejora y la comparación con otros jugadores no debe impedir que el joven canario haga historia por sí mismo y no por ser la copia de otros futbolistas.

Pedri intentado marcar su primer gol como culé ante el Girona.

Koeman quiere a Pedri en el primer equipo, no contempla una cesión. Por tanto, todo hace indicar que tendrá dorsal de primer equipo, pero primero deberán hacerse oficial las salidas de algunos jugadores. Si finalmente el canario no obtuviera ficha del primer equipo, el club estaría incumpliendo uno de los requisitos del contrato y estaría obligado a indemnizar a Las Palmas con ocho millones de euros.

Por su parte, Francisco Trincao, la joya portuguesa, está dejando  pistas durante la pretemporada de lo que es capaz de hacer. Llegó por treinta millones de euros y posee una cláusula de quinientos millones, pero desde que lo fichó el Barcelona, su rendimiento ha subido a tal nivel que antes de llegar al club blaugrana, algunos equipos de la Premier League ya se querían hacer con sus servicios ofreciendo serias cantidades de dinero. La consigna ha sido clara por parte del club: no está en venta.

En su primera temporada en el primer equipo del Sporting de Braga, el portugués disputó cuarenta partidos, anotó nueve goles y dio trece asistencias. A sus veinte años ya sabe lo que es jugar y anotar en la Europa League. Pero, en el Barcelona el nivel de exigencia es máximo. Teniendo en cuenta esto, ¿qué puede aportar la joya portuguesa?

Durante la pretemporada ha mostrado su velocidad, un gran desparpajo, capacidad de desborde y la tendencia a encarar uno contra uno sin perder de vista la portería. Trincao posee un gran golpeo de fuera del área y esto es algo muy positivo para el juego culé, ya que tener un jugador que amenace a las zagas con buen disparo de lejos, obligará a los defensas a tener que salir a cubrirle y se pueden abrir espacios. El portugués es ambidiestro, capaz de jugar en cualquier posición de ataque, pero se encuentra más cómodo partiendo del perfil derecho a pierna cambiada. No obstante, también es un jugador comprometido, sacrificado en defensa y solidario en el repliegue. Así pues, no sería extraño que Koeman optase por ponerle ahí y pasar a Messi a la media punta, ya que en cuanto al trabajo defensivo, el portugués puede ayudar más a cerrar ese flanco derecho que el argentino.

Trincao frente al Girona.

Por tanto, queda claro que son dos jugadores con una proyección de futuro importante, pero, sobre todo, ambos son parte del presente esperanzador del nuevo Barcelona de la era Koeman.