En mayo de 2008 el Barcelona recurrió a Pep Guardiola para que ocupara el sitio de Frank Rijkaard con el propósito de remodelar la plantilla, que parecía haber tocado fondo, y recuperar el fútbol total inmerso en el ADN culé. Doce años después, el club catalán vuelve a optar por la misma estrategia, pero, en esta ocasión, el elegido es la leyenda del Dream Team, Ronald Koeman.

El holandés tuvo una gran trayectoria como jugador formando parte de los tres equipos más importantes de su país: Ajax, PSV y Feyenoord. En 1989, llegó al Barcelona para jugar de líbero como el segundo jugador más caro de la historia del club en aquella época, solo por detrás de Maradona, y fue una de las figuras claves del famoso Dream Team que conquistó las cuatro ligas seguidas y disputó dos finales de la Copa de Europa. Koeman, también conocido como “el héroe de Wembley”, cambió la historia del Barça con un zapatazo en la prórroga de la final de 1992 que supuso la primera Copa de Europa para los culés.

La mano derecha de Johan Cruyff, su máximo aprendiz tanto en el Barcelona como en Holanda. En sus inicios como técnico, Koeman compartió banquillo con leyendas como Frank Rijkaard, Guus Hiddink o Louis van Gaal. A lo largo de su carrera ha dirigido a clubes como Ajax, Benfica, Valencia y Everton, entre otros. Pero, con su reciente llegada a Barcelona, ¿qué se espera de él?

El equipo ha tocado fondo, eso está claro, hay jugadores que no pueden seguir y otros que vienen cargados de energía, ganas y valentía para luchar y disfrutar con los colores blaugranas en la piel. No se puede dudar del carácter de Koeman: ha transformado la garra que tenía como jugador en una personalidad firme que no le impide en absoluto tener mano dura con el vestuario que se encuentre. Ya lo hizo en Valencia apartando a tres de sus veteranos: Cañizares, Albelda y Angulo. ¿Será capaz de hacer lo mismo con algunos veteranos del Barcelona? No son pocos los que han puesto en duda la validez de Koeman para liderar la reconstrucción y la dirección del vestuario culé apoyándose en la fractura de vestuario que hubo durante su etapa en el Valencia. Pero, no hay que olvidar que también provocó que jugadores como Juan Mata o David Villa pasaran de estar en la grada a contar con minutos.

Precisamente, lo que hace falta que ocurra con los jóvenes del Barcelona: Riqui Puig, Ansu Fati, Pedri, Araujo y algunos otros que merecen contar con más confianza, minutos y oportunidades para crecer como futbolistas. Para ello, algunos veteranos deberán ser relegados a un segundo plano y otros deberán marcharse. El club debe equilibrarse con la savia nueva de los jóvenes y la experiencia de algunos veteranos. Si hay un entrenador que, aparentemente, sea capaz de hacer eso es Ronald Koeman.

El sistema que empleará el nuevo técnico así como la personalidad que le atribuya al juego del equipo queda por ver: Koeman ya ha expresado su deseo de recuperar la intensidad y el fútbol total que tan buen rendimiento, además de logros, ha dado al conjunto culé. Sin duda, algunos jugadores verán modificadas sus posiciones: De Jong es el caso principal. Queda por ver si el técnico holandés será capaz de recuperar la mejor versión del joven centrocampista y si convencerá a Leo Messi para que capitanee el nuevo Fútbol Club Barcelona.

“El héroe de Wembley” ha llegado, posiblemente, en el peor momento del club y, también por ello, es de apreciar el valor que ha tenido para cambiar la dirección de la selección holandesa por volver a su casa para ayudar al equipo a volver a encontrarse futbolísticamente. Su suerte será la de toda la entidad blaugrana.